Rocanroles sin destino {Cherry}

Para alguien que habia nacido en Rusia y había pasado sus primeros años rodeado del frío glaciar de ese pais, y que luego se había mudado a Londres, donde el mal tiempo era cosa de todos los días, pasar a estar un verano entero en un lugar donde la temperatura pasara mas de los 20 grados era malo, muy malo.
Había ciertos momentos, sobre todo cuando el sol estaba en plenitud, que el moreno pensaba que se iba a desmayar, le estaba costanto aclimatarse a ese calor, y era en esos momentos donde realmente la estaba pasando mal.
Salío de su cabaña y la sofocasión de aquel sitío se largo a buscar algo para refrescarse, a mitad de camino se quito la musculosa que tenía y que solo hacía que se sintiera mas sofocado.

Caminó hasta que la solución aparecio frente a sus ojos. El lago. Casi corrío hasta ese oasis en medio del desierto y una vez cerca de la orilla se agacho para juntar agua con su manos y arrojarla sobre su cabeza. Si no fuera por que era pleno día, y aún guardaba cierto pudor, el moreno se hubiera descalzado y quitado los jeans para meterse de lleno en el agua. Pero de momento se conformo con sentir el agua goteando por su rostro, dandole un poco de respiro del sol abrazante que hacía en ese lugar.

Calor, calor y más calor. Cherry seguía sin soportar el clima de Australia; más de 2 años ahí no eran suficientes para acostumbrarse. ¡Como extrañaba el exquisito y templado clima de su bella Irlanda!... Volteó ligeramente la cabeza y extendió su mano a la limonada helada que tenía al costado de su cartera. Algunas hojas se encontraban en sus cabellos claros, pero no le importaba en lo absoluto. Estaba sola, no había nadie más. Hace más de media hora, cuando el calor de su cabaña le había llegado, fue cuando salió disparada con una manta de verano a echarse en el sitio más refrescante. La limonada era otra cosa, una pequeña donación de la cafetería… Calor y más calor. Al llegar, Cherry se había asegurado de tirar la manta delgada lo más cercana al lago posible sin llegar a mojarse, para poder refrescarse más. Había escuchado por ahí que mientras más cerca se encontraba uno del agua, más viento había. Volvió a suspirar, el calor aumentaba.

Se movió rápidamente cuando su Ipod empezó a reproducir viejas canciones. Se sentó en la manta para poder teclear mejor, levantó los lentes circulares marrones, y sin querer, miró el panorama. No había nadie, y si nadie llegaba, mejor. Cherry se encontraba con un simple bivirí gris y la parte inferior de un bikini negro. Acomodó sus lentes, tomo otro trago de la limonada y volvió a echar. Cerró los ojos, tratando de concentrarse en el momento... “I don’t go school every morning, I got my reason to sleep, down you tell me how I should be”…

Pisadas se escuchaban a los lejos, pero Cherry no lo sabía.

Podía ser que estuviera exagerando. Pero vamos. Su cuerpo no se aclimataba a ese cambio brusco de temperatura. Tal vez, en una semana mas, la sensación de sofoco lo abandonara por el resto de su estancia en el campamento. Pero hasta que ese día llegara, se conformaría con pasearse por el campamento en busca de sombra, agua fría o algún resguardo del sol abrazante. Espraba ansioso que ese día llegara. Cuanto antes, menos sufriria.

El moreno permanecio arrodillado a orillas del lago, juntando agua con las manos y tirandola sobre su rostro, o su pelo, hasta que en un momento, no conforme con esto, se acerco mas al lago y hundio de lleno el rostro y la cabeza en el agua. Fue como el alivio mas grande que sintío en mucho tiempo. Y aun mejor cuando saco la cabeza y dejo que el agua chorreara de su pelo a su espalda, sintiendo un leve y placentero escalofrío.
Ya mas aliviado, André decidío prestar atención a su alrededor, solo había una persona. Una figura femenina, el agua que caía sobre su rostro no le permitía distinguir bien de quien se trataba, aún así, curioso, se incorporo, tomando la playera entre sus dedos y camino un poco hacía ella. Claramente ni se percataba de su prensencía, cuando estuvo a pocos metros de distancía, distinguio que se trataba de Cherry. Con mas confianza, se acerco hasta detenerse a su lado y sacudío la cabeza, dejando que gotitas de agua cayeran sobre ella.

Una sonrisa de diversión se dibujo en sus labios, y antes de que ella reaccionara se sento a su lado, sobre la hierba, haciendo un bollo con su playera, la coloco detrás de el, y se recosto un poco, usandola como almohada. Ladea el rostro hacía la chica de ojos claros sin perder su sonrisa, esperando su reacción.