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¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
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:: Interiores :: Salones de ensayo :: Salón de baile
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¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
A los profesores se les había ocurrido que hiciéramos una clase de expresión corporal o algo así se llamaba, el tema se trataba de lograr expresar atreves del cuerpo, casi como mezclar nuestros talentos agregándole algo de baile o menos torpeza al movernos ¿Cómo lograrlo? Obligándolos a tomar una clase a la semana de baile “perfecto” pensé mientras miraba como iban entrando el resto de los alumnos a aquel amplio salón. No habían mesas, ni sillas, solo un amplio salón de piso de madera reluciente con espejos en dos de las paredes.
Deje mi bolso en una de las esquinas, ahí traía el equipo completo para luego cambiarme, nos habían advertido de que ropa traer y todo aquello, así que la mayoría entraba cargando un bolso en su hombro. Mientras dejaba el mío me despiste unos minutos de los que iban entrando, pero al voltearme observé a mi alrededor arqueando una de mis cejas y en eso me encontré con una figura bastante conocida, Anabelle, le sonreí escasamente y luego baje la vista mientras disimulado sonreía de medio lado, como si sintiera un leve golpe de suerte en este día.
La clase comenzó haciéndonos seguir algunos pasos, unos ejercicios de relajo y bla bla bla. La verdad es que me había entretenido, tenía que admitirlo pero de todas formas esto no era exactamente lo mío, prefería todo esto del baile en una buena fiesta. Al finalizar la clase todos se despidieron y lentamente comenzaron a salir de aquel amplio salón, mientras ordenaba algo en mi bolso de reojos miraba que Anabelle no saliera. Antes de que esta fuese a salir caminé lento a la puerta apoyándome de lado contra el marco de esta, ya todos se habían ido, éramos los últimos en quedar en aquel sitio -¿has visto a Ryan?- le pregunté con curiosidad, aunque en el fondo no demasiado interés, bueno si interés ya que hace un par de días que no veía a amigo, pero no quería saber mucho de sus encuentros con él.
Le sonreí un poco -creo que te ha ido mucho mejor a ti que a mi en todo esto…- comenté con cierto tono de diversión refiriéndome a lo de la clase de baile. No sabía bien por qué hacía todo esto, solo... quería conversar con ella sin tener toda la presión de tener a Ryan encima todo el tiempo y verla sin él, la verdad es que era todo un milagro.
Deje mi bolso en una de las esquinas, ahí traía el equipo completo para luego cambiarme, nos habían advertido de que ropa traer y todo aquello, así que la mayoría entraba cargando un bolso en su hombro. Mientras dejaba el mío me despiste unos minutos de los que iban entrando, pero al voltearme observé a mi alrededor arqueando una de mis cejas y en eso me encontré con una figura bastante conocida, Anabelle, le sonreí escasamente y luego baje la vista mientras disimulado sonreía de medio lado, como si sintiera un leve golpe de suerte en este día.
La clase comenzó haciéndonos seguir algunos pasos, unos ejercicios de relajo y bla bla bla. La verdad es que me había entretenido, tenía que admitirlo pero de todas formas esto no era exactamente lo mío, prefería todo esto del baile en una buena fiesta. Al finalizar la clase todos se despidieron y lentamente comenzaron a salir de aquel amplio salón, mientras ordenaba algo en mi bolso de reojos miraba que Anabelle no saliera. Antes de que esta fuese a salir caminé lento a la puerta apoyándome de lado contra el marco de esta, ya todos se habían ido, éramos los últimos en quedar en aquel sitio -¿has visto a Ryan?- le pregunté con curiosidad, aunque en el fondo no demasiado interés, bueno si interés ya que hace un par de días que no veía a amigo, pero no quería saber mucho de sus encuentros con él.
Le sonreí un poco -creo que te ha ido mucho mejor a ti que a mi en todo esto…- comenté con cierto tono de diversión refiriéndome a lo de la clase de baile. No sabía bien por qué hacía todo esto, solo... quería conversar con ella sin tener toda la presión de tener a Ryan encima todo el tiempo y verla sin él, la verdad es que era todo un milagro.
Última edición por Nathan Z. Hawthorne el Dom Ago 12, 2012 12:41 pm, editado 1 vez
Nathan Z. Hawthorne
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
¡¿Nueva Clase?!
EN Salón de Baile • FT Nathan Hawthorne • USANDO THIS
Con el reloj marcando las siete, Annabelle ya llevaba oficialmente casi dos horas despierta antes de lo que debía. No sabía por qué, pero desde que había despertado tras aquella recurrente pesadilla en la que se quedaba atrapada en un ascensor, no había podido volver a pegar un ojo.
Aburrida, miró a Kalia despatarrada y roncando en su cama y rió al ver a su refinada amiga de esa manera. Todavía quedaba media hora para que tuvieran que empezar a prepararse para esas clases de baile que ella tanto había esperado llegaran, pero conociéndose a sí misma, se levantó silenciosamente y se puso el outfit que había elegido cuidadosamente la noche anterior antes de comenzar a meter las cosas que necesitaría para la clase en el bolso. Aún así, todavía le sobraba tiempo, por lo que decidió hacerse el peinado que todos siempre alababan en su cabellera, que constaba de recogérselo y hacer una trenza sobre la coronilla dejando dos mechas a los lados del rostro.
Terminó en el mismo instante en que sonaban las alarmas de sus compañeras, y una vez éstas estuvieron listas, se marcharon en dirección al salón de baile. Annabelle tenía sólo una cosa que amaba tanto como la actuación y la fotografía: el baile. Se sentía especialmente emocionada por el sólo hecho de tener una clase de ello, pero esa emoción aumentó por un segundo cuando entró y vio a Nathan, el mejor amigo de Ryan, parado ahí y sonriéndole al cruzar miradas.
Sintió como sus mejillas tomaban un leve rubor y se dio vuelta para hablar con sus amigas de temas triviales hasta que llegó el profesor y definitivamente la atención de Annie se centró en lo que debía hacer. No era nada demasiado interesante, y bastante amateur para sus conocimientos, pero debía admitir que lo disfrutó de principio a fin; sobre todo porque Nathan estaba ahí y eso la hacía sentirse confiada.
La clase llegó a su fin y todos empezaron a salir mientras que ella, por haber olvidado que había dejado su bolso abierto, lo levantó y todo cayó al suelo, se quedó ahí levantando sus cosas. El aula había quedado vacía a excepción de ella y Nathan, que se interpuso en su camino antes de que pudiese salir.
—¿Tu amigote? Sí, lo vi ayer en la clase de teatro. Dijo que no tenía ganas de venir a ésta, ya sabes como es.- Rodó los ojos ocultando una risita nerviosa. ¿Por qué se ponía nerviosa si no estaba pasando nada? No, no era por lo que estaba pasando; era por él, por tenerlo. —Yo... Gracias, Nate. Y sí, es que... Practico desde chica, siempre me ha gustado bailar casi tanto como actuar.- Balbuceó estupidizada mirándolo a los ojos.
«¡Vas-y, Annabelle! Qu'est-ce que c'est?» Se dijo en su idioma natal, el cual no podía evitar se le instalase cuando se ponía nerviosa. «Cálmate, querida.»
Ahora se hablaba sola. ¿Qué diablos le estaba pasando? ¿Por qué reaccionaba así frente al mejor amigo de su propio novio? No era sensato, para nada. ¿Acaso se estaba volviendo loca y no se había dado cuenta?
P. Flintstones.
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
El salón nuevamente volvía a parecer muy calmo, ya no se escuchaba la fuerte pero melódica música y mucho menos los pasos sobre aquel piso de madera. La clase había estado bastante buena, pero siendo muy honesto de lo que menos me había preocupado era de la clase, mi concentración estaba más bien fijada en Annabelle, me sentía un idiota perdiendo mi tiempo en preocuparme tanto de ella, estaba claro que no tenía ni la más mínima posibilidad aunque constantemente me auto convenciera de que quizás ella dejaría a Ryan por mí. De todas formas no podía evitar prestarle más atención a ella que al resto de las personas.
Escuché su respuesta mientras me mantenía apoyado de lado contra el marco de la puerta, asentí un poco ante su primer comentario -cuando no quiere algo nada lo obliga…- agregué a sus palabras, no era desconocido para nadie que él era un tanto complicado en sus gustos o en su disposición para las cosas. Continué escuchándola y alcé mis cejas con cierta sorpresa ante lo que me contó, no tenía idea que le gustaba el baile, nunca lo había escuchado de ella y Ryan tampoco había hecho el comentario -ahora entiendo por qué la clase se te daba tan bien- comenté con mucha seguridad, manteniendo una leve sonrisa en el rostro -no tenía idea que te gustaba el baile, me parece genial. Yo la verdad creo que pasaré esta clase mediocremente- le admití con cierto tono de diversión.
No era un asco bailando, pero jamás había tomado una clase de baile, para mi bailar no salía de aquello que se hacía en las fiestas con una buena música de fondo. Algo distraído y como un gesto manía o casi tic, me rasqué la nuca con una de mis manos mientras me enderezaba, dejando de mantenerme apoyado de lado en el marco -¿Qué harás ahora?- le pregunté con tono despreocupado, como si se tratase de una pregunta común como un ‘¿Cómo estás?’ y todo aquello -es que había pensado…- comencé a hablar y me moví estirando uno de mis brazos a una mesa apoyada en la pared a un lado de ella, tomando el control del equipo de música; de paso acercándome algo más a ella ante aquella acción. Le puse ‘play’ a la música logrando que está comenzara a sonar, la miré sonriendo de medio lado -¿…me concede este baile?- terminé de hablar mientras sonreía entre divertido y un tanto galán.
-Oh vamos, no te puedes negar… aparte, hoy vi muy poco de cómo bailas, estoy pensando que quizás más dices que bailas bien de lo que verdaderamente haces- dije arqueando una de mis cejas, como buscando atacar su orgullo para que finalmente aceptara. La rodee con uno de mis brazos por la cintura mientras hacía que ella fuese retrocediendo, quitándole el bolso que ella llevaba, con mi mano libre y dejándolo a un lado.
¿La música que sonaba? Una buena lambada, música mucho más latina de lo que estaba acostumbrado pero bueno, me divertía esto de intentar cosas nuevas. Desvié mi vista de la castaña por unos segundos mientras dejaba su bolso a un lado y luego volví a mirarla -¿y entonces, que dices?¿Te atreves o… es que te gano la cobardía?- pregunté sonriendo malicioso, atacaba suave su orgullo simplemente para tentarla aceptar.
Escuché su respuesta mientras me mantenía apoyado de lado contra el marco de la puerta, asentí un poco ante su primer comentario -cuando no quiere algo nada lo obliga…- agregué a sus palabras, no era desconocido para nadie que él era un tanto complicado en sus gustos o en su disposición para las cosas. Continué escuchándola y alcé mis cejas con cierta sorpresa ante lo que me contó, no tenía idea que le gustaba el baile, nunca lo había escuchado de ella y Ryan tampoco había hecho el comentario -ahora entiendo por qué la clase se te daba tan bien- comenté con mucha seguridad, manteniendo una leve sonrisa en el rostro -no tenía idea que te gustaba el baile, me parece genial. Yo la verdad creo que pasaré esta clase mediocremente- le admití con cierto tono de diversión.
No era un asco bailando, pero jamás había tomado una clase de baile, para mi bailar no salía de aquello que se hacía en las fiestas con una buena música de fondo. Algo distraído y como un gesto manía o casi tic, me rasqué la nuca con una de mis manos mientras me enderezaba, dejando de mantenerme apoyado de lado en el marco -¿Qué harás ahora?- le pregunté con tono despreocupado, como si se tratase de una pregunta común como un ‘¿Cómo estás?’ y todo aquello -es que había pensado…- comencé a hablar y me moví estirando uno de mis brazos a una mesa apoyada en la pared a un lado de ella, tomando el control del equipo de música; de paso acercándome algo más a ella ante aquella acción. Le puse ‘play’ a la música logrando que está comenzara a sonar, la miré sonriendo de medio lado -¿…me concede este baile?- terminé de hablar mientras sonreía entre divertido y un tanto galán.
-Oh vamos, no te puedes negar… aparte, hoy vi muy poco de cómo bailas, estoy pensando que quizás más dices que bailas bien de lo que verdaderamente haces- dije arqueando una de mis cejas, como buscando atacar su orgullo para que finalmente aceptara. La rodee con uno de mis brazos por la cintura mientras hacía que ella fuese retrocediendo, quitándole el bolso que ella llevaba, con mi mano libre y dejándolo a un lado.
¿La música que sonaba? Una buena lambada, música mucho más latina de lo que estaba acostumbrado pero bueno, me divertía esto de intentar cosas nuevas. Desvié mi vista de la castaña por unos segundos mientras dejaba su bolso a un lado y luego volví a mirarla -¿y entonces, que dices?¿Te atreves o… es que te gano la cobardía?- pregunté sonriendo malicioso, atacaba suave su orgullo simplemente para tentarla aceptar.
Nathan Z. Hawthorne
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
¡¿Nueva Clase?!
EN Salón de Baile • FT Nathan Hawthorne • USANDO THIS
Todavía recordaba cuando lo había conocido: estaba en casa de Ryan, discutiendo con él porque no quería ir al cine a ver una película romántica y salió a llorar al pórtico de la casa de éste, totalmente abatida. Entonces, escuchó unos pasos acercándose y al levantar la vista, apareció Nathan.
Sus ojos color chocolate mirándola preocupado. Éso era lo primero que había visto de Nathan Hawthorne, el mejor amigo de su novio; el mismo que muchas veces la trataba mejor de lo que Ryan solía hacerlo, pero... No, no. ¿Por qué estaba pensando en cosas como ésas?
—Es verdad.- Suspiró con una media sonrisa. —Es peor que un niñito caprichoso, incluso cuando se trata de cosas ridículas como una tonta clase.- Hizo una mueca encogiéndose de hombros. —Sí, lo sé. No muchos lo saben porque prefiero enfocarme en la actuación, que claramente sí es mi fuerte, pero da igual.- Rió mirando a un lado. —Mira, creo que la próxima clase será de baile en pareja, así que si Ryan falta...- Dijo con la voz disminuyendo a medida que terminaba la frase. —Baila conmigo, no sé.- Concluyó levemente alterada al ver que él estiraba su brazo y se podía apreciar su excelente musculatura.
Se mordió el labio con la vista fija en los fuertes brazos de Nathan y suspiró nuevamente. «Sólo imagina si esos brazos te rodearan y...» Woah, woah. ¿Qué cuerno es lo que estaba sucediendo con ella? No podía hacer eso. No debía hacer eso.
—Estaba pensando en ir a buscar a mis amigos para ir a buscar algo de comer, pero...- Se detuvo lentamente mientras lo veía acercarse para tomar el remoto del equipo de música y activarlo, haciendo que comenzase a sonar una lambada por todos los parlantes. —Nathan, ¿qué es...?- Comenzó a querer preguntar cuando él la interrumpió tomándola seductoramente por la cintura y avanzando, obligándola a retroceder.
Las manos del muchacho se encontraban apoyadas alrededor de sus caderas, y la sensación de ello le ocasionaba piel de gallina. No por frío, sino por nervios. Lo que Annabelle estaba sintiendo no estaba bien y lo sabía, pero le gustaba. Se sentía tal cual se lo había imaginado segundos atrás: cálido, fuerte, seguro.
Enarcó una ceja y le dió un empujoncito no lo suficientemente fuerte como para que él la soltase. —¿Acaso insinúas que mentí, Hawthorne?- Inquirió dejando su mano derecha sobre el pecho del chico, al mismo tiempo que éste le quitaba el bolso de las manos y lo dejaba a un lado.
—¿Cobardía?- Frunció el entrecejo divertida separándose y dando pasitos hacia el centro del salón, con su ahora compañero de baile tomado de la mano. —No lo conozco, supongo que no nací con ello incorporado.
Una sonrisa ególatra se cruzó por el rostro de la castaña y jaló de la mano de Nathan para atraerlo hacia ella, quedando así a sólo escasos centímetros de distancia.
—¿Listo, Nate?- Musitó aún sonriente. Si él quería que le mostrase qué tan buena era, pues perfecto; eso haría. Nadie se metía con las capacidades de Annabelle Brézhnev y luego mantenía su palabra.
P. Flintstones.
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
Escucharla hablar sobre Ryan se había vuelto algo normal para mí, pero eso no significaba que fuese algo cómodo; me hacía pensar constantemente que era lo que ella hacía con él, por muy amigo mío que fuese, siempre había pensado que no sabía tratarla, que era un total idiota con Annabelle, arriesgándose constantemente a perderla, cuando es obvio que chicas como ella no hay muchas. Tiene la suerte que muchos querrían y aún así no la valora. No tenía muy claro si aquello lo pensaba solo porque realmente Ryan era un idiota o por simples celos. La observaba mientras ella iba hablando, mi vista estaba concentrada en la castaña como de costumbre. Al oír aquella casi indirecta, directa proposición me sentí en un estado bastante bipolar. Digamos que odiaba saber que era su segunda opción, pero al mismo tiempo era mucho más de lo que había tenido -yo encantado… siempre y cuando me tengas paciencia- comenté ladeando la sonrisa una vez que estaba algo más cerca de ella, al acercarme a tomar el control del equipo de música.
Luego de rodearla por la cintura y hacerla retroceder como acto automático al acercarme a ella, podía notar como parecía insegura al respecto, dudando si acceder a esto o no, pero al parecer el atacar su orgullo había funcionado, porque luego de eso había ganado mucha confianza, tanto en sus expresiones como en sus palabras, aquel carácter propio de la castaña salía a relucir. Sentí aquel suave pero decidido empujón y la miré arqueando una de mis cejas -quizás…- respondí ante su pregunta, con la simple intención de provocarla.
Levanté sutilmente el mentón mientras mantenía mí vista en ella, tomando una actitud casi de arrogancia, casi como expectante a que sería el próximo paso de la muchacha. Sentí su mano en mi pecho y deje que mi rostro se centrara en una sonrisa de satisfacción, algo ladeada y seductora al mismo tiempo.
Noté cuando tomó mi mano logrando que entrecerrara mis ojos un tanto curioso, intrigado ante que haría Annabelle. La acompañe hasta el centro de aquel salón mientras escuchaba sus palabras. La sonrisa de medio lado se marcó aún más en mi rostro viendo como en el suyo aparecía una expresión de mucha confianza. Me atrajo a ella, acto ante lo que no opuse resistencia alguna; relamí mis labios de forma sutil mientras la tenía a pocas centímetros.
Escuché su pregunta con aquel tono de extrema seguridad, seguridad que se volvía realmente atractiva. Bajé mi vista a sus labios unos cuantos instantes dándome cuenta como ella parecía buscar el control de la situación. Apoyé mi mano en su cadera haciendo un amago de acercarme más a sus labios pero terminando por desviar mi camino a su oído -sorpréndeme…- susurré con tono suave pero seductor, arrastrando un poco las palabras mientras volvía a alejarme muy escasamente para mirarla.
Luego de rodearla por la cintura y hacerla retroceder como acto automático al acercarme a ella, podía notar como parecía insegura al respecto, dudando si acceder a esto o no, pero al parecer el atacar su orgullo había funcionado, porque luego de eso había ganado mucha confianza, tanto en sus expresiones como en sus palabras, aquel carácter propio de la castaña salía a relucir. Sentí aquel suave pero decidido empujón y la miré arqueando una de mis cejas -quizás…- respondí ante su pregunta, con la simple intención de provocarla.
Levanté sutilmente el mentón mientras mantenía mí vista en ella, tomando una actitud casi de arrogancia, casi como expectante a que sería el próximo paso de la muchacha. Sentí su mano en mi pecho y deje que mi rostro se centrara en una sonrisa de satisfacción, algo ladeada y seductora al mismo tiempo.
Noté cuando tomó mi mano logrando que entrecerrara mis ojos un tanto curioso, intrigado ante que haría Annabelle. La acompañe hasta el centro de aquel salón mientras escuchaba sus palabras. La sonrisa de medio lado se marcó aún más en mi rostro viendo como en el suyo aparecía una expresión de mucha confianza. Me atrajo a ella, acto ante lo que no opuse resistencia alguna; relamí mis labios de forma sutil mientras la tenía a pocas centímetros.
Escuché su pregunta con aquel tono de extrema seguridad, seguridad que se volvía realmente atractiva. Bajé mi vista a sus labios unos cuantos instantes dándome cuenta como ella parecía buscar el control de la situación. Apoyé mi mano en su cadera haciendo un amago de acercarme más a sus labios pero terminando por desviar mi camino a su oído -sorpréndeme…- susurré con tono suave pero seductor, arrastrando un poco las palabras mientras volvía a alejarme muy escasamente para mirarla.
Nathan Z. Hawthorne
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
¡¿Nueva Clase?!
EN Salón de Baile • FT Nathan Hawthorne • USANDO THIS
¿Qué era aquello que aún bajo una máscara de confianza en sí misma de repente la hacía sentir vulnerable? ¿Nervios? No, definitivamente no podía ser eso. Estaba entrenada para no sentirse intimidada por casi nada. Excepto contra unos profundos ojos color chocolate que la miraban fijamente todo el tiempo y que le provocaban ganas de olvidarse de todo ahí mismo y lanzarse a quién sabía qué. De repente, lo único que sabía era que estaba inminentemente atraída hacia Nathan y que si Ryan se enteraba los mataría a ambos, pero no importaba. ¿O acaso sí?
—No será problema.- Sonrió sincera enarcando una ceja. —Aunque bueno... Nada es problema para mí.- Bromeó encogiéndose de hombros y soltando una carcajada estruendosa.
Woah. ¿Desde cuándo reía con tanto énfasis? «Basta, Annabelle —se reprochó a sí misma—. Estás haciendo un gran asunto de nada. No todo es...»
Y ahí estaba otra vez ese escalofrío que le recorría la espina cuando se percataba de la mirada de Nathan clavada sobre ella. Ahora perdía el curso de sus pensamientos, ¿y qué era lo peor de todo? Que le resultaba divertido, estúpido y atractivo; sobre todo cuando él comenzó a acercarse demasiado a su rostro y ella creyó que estaba por besarla. Para su suerte -o desgracia- no fue más que para acercarse a redoblar la apuesta del desafío que Nathan parecía estar poniéndole. Volvió a mostrar una sonrisa confiada y entrecerró los ojos para hacer expresa su aceptación de aquello e imitó la última acción del muchacho, acercándose pícaramente a su oído.
—¿Sorprenderte?- Susurró con su mejor voz tranquila. —Eso es lo mínimo que podría hacer contigo.
Sin darle tiempo a responder, lo soltó y se puso de espaldas a él antes de tomar una de sus manos y ponerla en su cintura así como entrelazaba sus dedos con los del chico con la otra mano y las ponía en alto.
—Okay, sígueme.- Dijo como quien no quiere la cosa. —Si puedes.
Acto seguido, comenzó a mover sus caderas al ritmo de la canción sin despegar la vista de su reflejo contra el espejo que cubría las paredes del salón de baile, que estaban ahí con ese mismo fin, y rió discretamente por su anterior ataque súbito de seguridad.
Ésto que estaba haciendo en ese momento era tal vez lo más simple que había hecho desde que había llegado al campamento, y sin dudas también lo más divertido; por no mencionar lo que estaba sintiendo y pasando por su mente.
—Vamos, Hawthorne; ¿acaso no eras tú el que quería bailar?- Exclamó entre risas zafándose del agarre y dándose vuelta para colocar una de sus manos en la cintura y otra sobre el hombro de Nathan, continuando con el baile.
¿Y Ryan? Al cuerno con Ryan por el momento. No tenía idea de cómo su novio había entrado en su mente de la nada, pero sabía que él, incluso como su propia pareja, no la hacía sentir así de viva ni de lejos desde hacía años atrás, o más bien desde que habían dejado de ser amigos para empezar oficialmente su relación como pareja; pero Nathan... «Annabelle, basta. Cállate y baila.»
P. Flintstones.
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
Sonreí divertido mientras la miraba -no creí que fueras tan humilde- bromee usando un claro tono sarcástico. Mientras se reía notaba como unos hoyuelos se formaban en sus mejillas, cualidad característica de la chica que en lo personal me gustaba bastante, no siempre la veía riendo o sonriendo con total libertad, solo leves expresiones casi tímidas en su rostro. Todo continuó avanzando siguiendo casi un inocente juego, no estaba pensando en el minuto siguiente, más bien actuaba en todo momento pensando simplemente en el ahora, en el segundo que vivíamos. Luego de susurrar en su oído la vi acercarse, imitando el gesto pero con cierta picara feminidad. Escuché sus palabras y arquee una de mis cejas con cierta sorpresa por aquella confianza que dominaba a la castaña, aunque borré rápidamente la expresión por simplemente no darle en el gusto.
La vi voltearse quedando a espaldas de mí y llevé una de mis manos a su cintura, apegándola algo más a mí de paso mientras con la otra mano entrelazaba mis dedos con los suyos. Volví a oírla hablar y sonreí de medio lado “¿desde cuándo ella había comenzado a retarme a mí? Al parecer era experta cambiando papeles…” pensé mientras la miraba atreves del reflejo de uno de los gigantescos espejos. Comencé a seguirla, con cierta torpeza en un comienzo, digamos que esto de bailar no era un problema para mí, pero tampoco algo a lo que estuviera 100% acostumbrado.
Siendo muy honesto, al estar de esa forma con ella solo tenía un pensamiento en mi mente, que repetía una y otra vez con bastante fuerza “es la novia de tu amigo, es la novia de tu amigo”, casi como un ataque directo a cualquier distancia de la realidad, el problema es que cada vez quería alejarme u olvidarme más de aquella realidad. Volví a escucharla hablar mientras la miraba atreves del reflejo hasta que se volteo y llevé mi vista directamente a la suya. Aquellas palabras llegaban directo a mi orgullo, cosa que me hacía reaccionar bastante rápido. Rodee su cintura con uno de mis brazos, dejando toda torpeza de lado. Comencé a bailar junto a ella, complementando mis movimientos a los suyos siguiendo el ritmo de aquella contagiosa canción.
Ladee un poco mi rostro hacía el de ella, mientras lentamente empezaba a guiarla yo en el baile, manteniendo una de sus manos tomadas y el otro brazo alrededor de su cintura, apoyando la mano de este en su espalda. La solté de la cintura unos segundos haciendo que girara al ritmo de la música para luego volver a tomarla apegándola a mi -eso no lo esperabas…- dije ladeando la sonrisa mientras dejaba mi rostro frente al de ella, casi como apegando mi frente a la suya.
La vi voltearse quedando a espaldas de mí y llevé una de mis manos a su cintura, apegándola algo más a mí de paso mientras con la otra mano entrelazaba mis dedos con los suyos. Volví a oírla hablar y sonreí de medio lado “¿desde cuándo ella había comenzado a retarme a mí? Al parecer era experta cambiando papeles…” pensé mientras la miraba atreves del reflejo de uno de los gigantescos espejos. Comencé a seguirla, con cierta torpeza en un comienzo, digamos que esto de bailar no era un problema para mí, pero tampoco algo a lo que estuviera 100% acostumbrado.
Siendo muy honesto, al estar de esa forma con ella solo tenía un pensamiento en mi mente, que repetía una y otra vez con bastante fuerza “es la novia de tu amigo, es la novia de tu amigo”, casi como un ataque directo a cualquier distancia de la realidad, el problema es que cada vez quería alejarme u olvidarme más de aquella realidad. Volví a escucharla hablar mientras la miraba atreves del reflejo hasta que se volteo y llevé mi vista directamente a la suya. Aquellas palabras llegaban directo a mi orgullo, cosa que me hacía reaccionar bastante rápido. Rodee su cintura con uno de mis brazos, dejando toda torpeza de lado. Comencé a bailar junto a ella, complementando mis movimientos a los suyos siguiendo el ritmo de aquella contagiosa canción.
Ladee un poco mi rostro hacía el de ella, mientras lentamente empezaba a guiarla yo en el baile, manteniendo una de sus manos tomadas y el otro brazo alrededor de su cintura, apoyando la mano de este en su espalda. La solté de la cintura unos segundos haciendo que girara al ritmo de la música para luego volver a tomarla apegándola a mi -eso no lo esperabas…- dije ladeando la sonrisa mientras dejaba mi rostro frente al de ella, casi como apegando mi frente a la suya.
Nathan Z. Hawthorne
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
¡¿Nueva Clase?!
EN Salón de Baile • FT Nathan Hawthorne • USANDO THIS
Sabía que ese arrebato de desborde de confianza fingida era inútil y patético. Aunque fuese para mi propia opinión, me molestaba sentirme tan idiota en presencia de un chico que además era el mejor amigo de mi novio.
Aunque trataba todo lo que podía para evitarlos, esos impulsos de cometer una locura que se me venían a la mente constantemente me estaban enfermando poco a poco, y quisiera admitirlo o no, me gustaba demasiado pero no lo suficientemente como para opacar la culpa que me carcomía.
Me mordí el labio con más fuerza de la debida y me dejé llevar más por Nathan que por la misma música, a pesar de que era yo quien estaba guiando al principio. Carajo, ¿por qué me sentía tan alterada? Quería, pero no podía despegar mi mirada de la suya, que me debilitaba descaradamente sin aparente esfuerzo alguno de hacerlo por su parte.
Para colmo y desgracia, cada vez que me percataba de lo cerca que estaban nuestros cuerpos, no podía evitar recurrir a los pensamientos impropios -a todo tipo de ellos, para ser más concisa-.
«Contrólate, contrólate, contrólate —me repetí intentando convencerme a mí misma de algo que sabía no podría lograr sin poner toda mi maldita concentración en ello —. Puedes hacerlo, Annabelle.»
Pero no podía. Me daba justo en la moral el saber que no podía hacerlo, pero sobre todo, que tampoco quería. ¿Por qué? ¿Por qué quería realmente dejarme llevar por él y por lo que me hacía sentir en vez de hacerlo por mi propia cordura?
Cuando quedamos frente a frente, con Nathan teniéndome tomada de la cintura y la mano, busqué fijar la vista en la pequeña marca de nacimiento color café con leche que él tenía en el cuello. Tenía que evadirme a mí misma y a mis impulsos si quería salir íntegra mentalmente de ésto.
Por un momento, sentí que me soltó y que comencé a girar porque sí, y sólo supe que estaba sucediendo porque me di cuenta de que lo estaba haciendo antes de conseguir ser consciente de ello. Entonces, cuando me detuve, me encontré aún más apegada a él que antes; aún más cerca de él, tanto física como sentimentalmente.
Con los ojos fijos en su boca, negué en silencio ante su afirmación porque realmente no me lo esperaba y porque era momentáneamente incapaz de mover una sola parte de mi cuerpo excepto mi rostro; que contra mi propia voluntad, comenzó a acercarse al de Nathan.
Ya no sabía lo que estaba haciendo, y muchísimo menos quería pensarlo; porque si lo hacía, podrían pasar cosas peores. Cosas de las cuales podía arrepentirme aún más que de estar deseando con todo mi ser besar al amable e insoportablemente atractivo mejor amigo de mi novio.
P. Flintstones.
PD: A partir de ahora narraré en primera persona; porque me aburrí de narrar en tercera :B
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
Mantuve mí vista en ella luego de girarla, apegándola a mí mientras una sonrisa un tanto ladeada se posicionaba en mi rostro. Notaba como ella de momentos buscaba desviar su vista, concentrándose en cualquier otra cosa que no fuese mi vista, cosa que solo me provocaba curiosidad u ocultas intenciones de provocarla aún más, atacar de forma directa su fuerza de voluntad. Cuando volví a acercarla a mí pude ver como su vista se mantenía fija en mis labios y como acto reflejo también llevé mi vista a sus labios, sintiendo su respiración muy cerca de la mía, que estaba levemente agitada ante todo el movimiento.
Subí mí vista a sus ojos al notar como ella iba acercando su rostro al mío; el baile por ahora había pasado a un segundo plano, parecía incluso que ni siquiera la música que aún sonaba estuviera siendo escuchada por nosotros. Yo estaba muy ensimismado de mis pensamientos o más bien sentimientos, en aquellos impulsos difíciles de controlar y suponía que ella estaría en la misma posición. La mano con la que tenía tomada la suya comenzó a deslizarse por su brazo hasta finalmente posarse en su espalda, acariciándole con cierta sutileza mientras nuestras bocas se acercaban aunque sin concretar nada, solo como buscando a la otra sin tocarla. En un ataque de mayor seguridad me acerqué aún más, ladeando mi rostro escasamente llegando a rozar mis labios con los suyos, haciendo un pequeño amago de besarla pero sin concretarlo.
Mis manos se fueron a su cintura, rodeándola con mis brazos y finalmente mis labios buscaron a los suyos, acaparando su labio inferior entre los míos. Sonreí ladeado, un tanto seductor para luego depositar un beso casi inocente sobre sus labios. “¡¿Qué estás haciendo?!” repetía la vocecita en mi cabeza, vocecita que claramente no estaba escuchando. En un movimiento un tanto controlador, rápido pero siempre con aquel aire de protección, la apegué contra uno de los vidrios, apoyando mis manos a cada lado de su cuerpo en este, casi como acorralándola. Apegando mi cuerpo al suyo -solo tú y yo en este momento… nadie más- murmuré contra sus labios sintiendo como una especie de necesidad por ella aparecía en mi.
Con aquellas palabras buscaba sentirme libre de cualquier culpa, libre de besarla sin pensar que estaba traicionando a alguien, que estaba yendo contra todo aquello que dominaba mi vida; pero la castaña cegaba todos mis pensamientos, exigiéndome actuar por sentimientos más que por lógica. Mis manos se deslizaron por sus costados hasta llegar a su cadera, manteniéndola entre mi cuerpo y el espejo. Esperando a alguna reacción o palabra de su parte, mientras mis besos bajaban a su mentón y luego seguían por su mandíbula en dirección a su oreja.
Subí mí vista a sus ojos al notar como ella iba acercando su rostro al mío; el baile por ahora había pasado a un segundo plano, parecía incluso que ni siquiera la música que aún sonaba estuviera siendo escuchada por nosotros. Yo estaba muy ensimismado de mis pensamientos o más bien sentimientos, en aquellos impulsos difíciles de controlar y suponía que ella estaría en la misma posición. La mano con la que tenía tomada la suya comenzó a deslizarse por su brazo hasta finalmente posarse en su espalda, acariciándole con cierta sutileza mientras nuestras bocas se acercaban aunque sin concretar nada, solo como buscando a la otra sin tocarla. En un ataque de mayor seguridad me acerqué aún más, ladeando mi rostro escasamente llegando a rozar mis labios con los suyos, haciendo un pequeño amago de besarla pero sin concretarlo.
Mis manos se fueron a su cintura, rodeándola con mis brazos y finalmente mis labios buscaron a los suyos, acaparando su labio inferior entre los míos. Sonreí ladeado, un tanto seductor para luego depositar un beso casi inocente sobre sus labios. “¡¿Qué estás haciendo?!” repetía la vocecita en mi cabeza, vocecita que claramente no estaba escuchando. En un movimiento un tanto controlador, rápido pero siempre con aquel aire de protección, la apegué contra uno de los vidrios, apoyando mis manos a cada lado de su cuerpo en este, casi como acorralándola. Apegando mi cuerpo al suyo -solo tú y yo en este momento… nadie más- murmuré contra sus labios sintiendo como una especie de necesidad por ella aparecía en mi.
Con aquellas palabras buscaba sentirme libre de cualquier culpa, libre de besarla sin pensar que estaba traicionando a alguien, que estaba yendo contra todo aquello que dominaba mi vida; pero la castaña cegaba todos mis pensamientos, exigiéndome actuar por sentimientos más que por lógica. Mis manos se deslizaron por sus costados hasta llegar a su cadera, manteniéndola entre mi cuerpo y el espejo. Esperando a alguna reacción o palabra de su parte, mientras mis besos bajaban a su mentón y luego seguían por su mandíbula en dirección a su oreja.
Off: Nou problema Y el hecho que puedas cambiar sin problemas la forma de narrar... te hace ganar todos mis respetos xDDD si... yo no tengo el don u__u
Nathan Z. Hawthorne
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
¡¿Nueva Clase?!
EN Salón de Baile • FT Nathan Hawthorne • USANDO THIS
Me debatía entre ser consciente o no de que estaba a sólo centímetros de besar a alguien en quien mi novio confiaba como no en muchos, casi tanto como en mí. Y éso. ¿Qué había de mi amor por Ryan? Porque no era razonable decir que lo amaba si ahora estaba haciendo esto y seguía adelante a pesar de la culpa.
Nathan ladeó su rostro y rozó mi boca con la suya mientras sus manos se deslizaban hasta mi espalda y me acercaba aún más a su tibio y fuerte cuerpo, para entonces finalmente besarme.
Ya no tenía oportunidad para volverme atrás, y cabía decir que después de ésto nada volvería a ser igual entre nosotros dos, y muchísimo menos con Ryan. Pero el punto era que... ¿Me importaba? No. No de momento. Ryan no tenía por qué saberlo. Ryan no iba a saberlo.
Moví mis labios compulsivamente al ritmo de los suyos, que eran adorablemente suaves y tenían mi labio inferior tomado entre ellos. Sonreí con malicia y abrí los ojos dos segundos para mirarlo mientras él depositaba otro pequeño beso sobre mi boca con una media sonrisa encantadora justo antes de acorralarme contra una de las paredes. Éste chico definitivamente sabía cómo atraer a una mujer, y no sólo físicamente, sino con cada una de sus acciones y jugadas.
Éste chico definitivamente sabía cómo atraerme a mí, para ser más específica.
Exhalé audiblemente cuando lo escuché decir eso y se me puso la piel de gallina, sintiendo como sus manos me tocaban. Volví a besarlo casi con desesperación, porque necesitaba su cercanía una vez más, a pesar de todo.
Su boca trazó un delicado camino de besos desde mi mandíbula hasta mi cuello, y no pude evitar soltar un gemido al mismo tiempo que enredaba mis dedos en su cabello castaño y lo atraía aún más hacia mí.
—Nathan...- Susurré con la poca cordura que me quedaba, bajando mis manos por su espalda. —Alguien puede vernos aquí, mejor vámonos antes de que nos atrapen.
Encontrándome a mí misma en estas instancias y con él; ya había perdido todo sentido intentar detenerme a mí misma de continuar con lo que estábamos haciendo en ese entonces, o de detenerlo a él; siquiera. La confusión se había disipado de una sola vez, y en su lugar ahora estaba un deseo irrefrenable que no quería controlar.
P. Flintstones.
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: ¡¿Nueva Clase?! {Annabelle}
Sentía como iba respondiendo a mis besos, sin poner resistencia ante cada una de mis acciones, más que eso parecía totalmente de acuerdo. Siendo muy honesto hace bastante tiempo que había querido besarla, deseaba a la castaña, pero siempre me detenía a intentar cualquier cosa por pensar en los demás, dejando mis propios intereses o sentimientos de lado. En este momento no quería pensar en nada más, estando con ella no sentía culpa alguna y tampoco me quería poner a pensar en el después, prefería vivir el ahora; el presente tenía mucho más sentido para mí.
Luego de acorralarla y murmurar algunas palabras contra sus labios, me quedé observándola por un tiempo corto de tiempo ya que sus labios buscaron los míos volviendo a unirlos en un beso, mucho más intenso, con mucha más necesidad. Mis labios se fueron deslizando por su mandíbula acercándome a su oreja y bajando a su cuello, dejando tentadores besos en el camino. Noté como pasaba sus manos por mi pelo, acercándome más a ella luego de haber escuchado un suave gemido salir de sus labios, cosa que solo me provocaba a continuar besándole.
Al oír mi nombre pronunciado por ella, lo primero que paso por mi mente fue que iba a detener todo esto. Que iba a incluir la cuota de lógica, de maldita lógica o de hacer lo políticamente correcto; me separé pocos centímetros para verle cuando escuché el resto, dejando que una sonrisa ladeada se marcara en mi rostro, dándome cuenta que ella no quería evitar que esto siguiera avanzando -te sigo a donde quieras…- susurré mientras una de mis manos se posaba en su mejilla y volvía a besar su labios, de forma lenta pero bastante intensa, casi como un gesto apasionado controlado por leves segundos.
Me separé un poco para luego como acto manía relamer de forma sutil mis labios, deslizando mi mano por su brazo y finalmente tomando su mano, entrelazando mis dedos con los suyos para luego rodearla sin soltar su mano abrazándola por la espalda; comenzamos a caminar hacia la puerta de salida, donde de camino estaban los bolsos. Mi boca volvía a buscar su piel, aunque esta vez subiendo a su oído y jugando con este -¿y qué? ¿Hay que salir fingiendo que nada pasa?- pregunté en un susurro quitándole toda presión al tema, solo quería disfrutar junto a ella, no llenarme de dramas. Tomé con una de mis manos mi bolso, colgándolo en mi hombro, siempre manteniendo a la castaña cercana a mí.
Al llegar a la puerta extendí una de mis manos tomando el bolso de Annabelle y entregándoselo -te ayudaría pero… no queremos sospechas ¿no?- dije sonriendo de medio lado casi como con un mensaje oculto en mis palabras, mensaje que no iba para nada claro, mi especialidad para despertar la intriga.
Luego de acorralarla y murmurar algunas palabras contra sus labios, me quedé observándola por un tiempo corto de tiempo ya que sus labios buscaron los míos volviendo a unirlos en un beso, mucho más intenso, con mucha más necesidad. Mis labios se fueron deslizando por su mandíbula acercándome a su oreja y bajando a su cuello, dejando tentadores besos en el camino. Noté como pasaba sus manos por mi pelo, acercándome más a ella luego de haber escuchado un suave gemido salir de sus labios, cosa que solo me provocaba a continuar besándole.
Al oír mi nombre pronunciado por ella, lo primero que paso por mi mente fue que iba a detener todo esto. Que iba a incluir la cuota de lógica, de maldita lógica o de hacer lo políticamente correcto; me separé pocos centímetros para verle cuando escuché el resto, dejando que una sonrisa ladeada se marcara en mi rostro, dándome cuenta que ella no quería evitar que esto siguiera avanzando -te sigo a donde quieras…- susurré mientras una de mis manos se posaba en su mejilla y volvía a besar su labios, de forma lenta pero bastante intensa, casi como un gesto apasionado controlado por leves segundos.
Me separé un poco para luego como acto manía relamer de forma sutil mis labios, deslizando mi mano por su brazo y finalmente tomando su mano, entrelazando mis dedos con los suyos para luego rodearla sin soltar su mano abrazándola por la espalda; comenzamos a caminar hacia la puerta de salida, donde de camino estaban los bolsos. Mi boca volvía a buscar su piel, aunque esta vez subiendo a su oído y jugando con este -¿y qué? ¿Hay que salir fingiendo que nada pasa?- pregunté en un susurro quitándole toda presión al tema, solo quería disfrutar junto a ella, no llenarme de dramas. Tomé con una de mis manos mi bolso, colgándolo en mi hombro, siempre manteniendo a la castaña cercana a mí.
Al llegar a la puerta extendí una de mis manos tomando el bolso de Annabelle y entregándoselo -te ayudaría pero… no queremos sospechas ¿no?- dije sonriendo de medio lado casi como con un mensaje oculto en mis palabras, mensaje que no iba para nada claro, mi especialidad para despertar la intriga.
Nathan Z. Hawthorne
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Mar Feb 11, 2014 5:00 pm por Yelyah Crowley
» Rumour Has It - Cambio de botón Af. Élite
Lun Feb 10, 2014 6:37 pm por Invitado
» Whatever {Confirmación Élite}
Miér Feb 05, 2014 5:06 am por Invitado
» The Fog City | +18 [Confirmación Élite]
Dom Feb 02, 2014 5:30 pm por Invitado
» Colegio Lope de Vega (élite)
Dom Feb 02, 2014 1:14 pm por Invitado
» Stanford University.. confirmacion afiliacion elite!
Sáb Feb 01, 2014 6:45 pm por Invitado
» Hey tu. Quieres rol?.
Sáb Feb 01, 2014 3:49 pm por Ariel M. Williams
» Registro de grupo ~
Jue Ene 30, 2014 11:36 pm por Connor A. Flames
» Athlone RPG [Confirmación Elite]
Jue Ene 30, 2014 6:42 am por Invitado