Conectarse
¿Quién está en línea?
En total hay 26 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 26 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 82 durante el Jue Sep 26, 2024 10:14 am
Últimos temas
Live While We're Young {Nathan}
2 participantes
:: Interiores :: Cabañas :: Habitaciones de mujeres :: Habitación #1
Página 1 de 1.
Live While We're Young {Nathan}
Durante un escaso segundo, algo dentro de mí me dijo que esto sólo tenía que ser parte de mi disparatada imaginación, que tal vez sólo era una fantasía sublime en la que Nathan me besaba como tantas veces lo había pensado cuando me enojaba con Ryan y sus estúpidas actitudes, pero aparentemente no lo era para nada. Realmente estaba entre sus brazos y no quería que me soltasen por nada del mundo. Enroscada a él, apretada contra su cuerpo; me sentía abrigada, protegida y sobre todo segura de que no quería otra cosa que no fuera éso.
Puse mi mano sobre su mejilla y le devolví el beso que me estaba dando con verdaderas ganas, pensando sólo en nosotros dos. Ahí, en ese instante, sin nadie en medio para interrumpir. Aún, claro; porque tendríamos que salir de ahí antes de que alguien llegase y viese aquello que no le incumbía. Ésto era entre nosotros dos y nadie más.
Sonreí ante su afirmativa y lo dejé volver a besarme sin prisa, porque no había tanta necesidad de apurarnos después de todo y porque estaba empezando a gustarme que lo hiciera. Sus labios tenían un efecto magnetizante en mí, eran deliciosamente adictivos; tanto como el aroma de su perfume.
—Kalia, Sol y Mel tenían cosas que hacer hoy, así que supongo que no habrá nadie en mi habitación hasta más tarde.- Sugerí antes de irnos a buscar nuestros bolsos. Intenté no hacerlo, pero solté una risita cuando sentí como deslizaba su boca por mi cuello. —Y supongo que sí debemos actuar normal.- Enarqué una ceja, dándome la vuelta para quedar de frente a él. —Es eso o arriesgarnos a dejar de ser sólo nosotros los que sabemos sobre esto, ¿no te parece?
Reí divertida porque ya no me sentía insegura y temerosa de lo que pretendía, ya que ahora no pensaba dejarlo todo cuando estaba a punto de ponerse mejor que nunca. Me colgué el bolso al hombro, tal como él y le dí un puñetazo de broma en el brazo.
—Correcto.- Asentí enérgica saliendo al exterior y parándome contra la puerta antes de que él pudiese salir. Sonreí más para mí misma que para cualquiera sintiendo como la adrenalina corría libre por mi cuerpo, amando dicha sensación. —No sospechas y tendremos el plan perfecto, Agente N.- Bromeé intentando no reír. —Te veré en cinco minutos en la cabaña uno; cambio y fuera.
Acto seguido, caminé como si nada de todo lo que había pasado hubiese existido, claramente ayudada por mi capacidad actoral, porque tuve que controlar o más bien reprimir todos y cada uno de los chillidos de emoción que quería largar. Entré en la habitación y tiré el bolso sobre la cama de Kalia disponiéndome a desarmar la compleja trenza cosida que cruzaba lo alto de mi cabeza antes de que Nathan llegase. Sacudí el cabello como si fuese que haciéndolo, todo el drama se marcharía con ello y me miré al espejo. ¿Adónde estaba la Annabelle Brézhnev que yo conocía como a mí misma y qué había hecho con ella? «Ella no está de momento, así que déjale tu mensaje.» Pensé apagando mi celular y dejándolo sobre la mesa de noche mientras la puerta se abría y Nathan entraba.
No me dí tiempo a pensarlo y me lancé a colgarme de él, mientras lo besaba y le quitaba las correas del bolso del hombro, haciéndolo caer estrepitosamente al suelo. Me separé de él por un instante para reír y mi mirada se encontró con la suya antes de enganchar el borde del cuello de su remera con mi dedo y volver a atraerlo hacia mí.
—Podría jurar que éstos han sido los cinco minutos más largos de toda mi vida.- Susurré con una media sonrisa dándole un beso fingidamente casto en la boca.
Puse mi mano sobre su mejilla y le devolví el beso que me estaba dando con verdaderas ganas, pensando sólo en nosotros dos. Ahí, en ese instante, sin nadie en medio para interrumpir. Aún, claro; porque tendríamos que salir de ahí antes de que alguien llegase y viese aquello que no le incumbía. Ésto era entre nosotros dos y nadie más.
Sonreí ante su afirmativa y lo dejé volver a besarme sin prisa, porque no había tanta necesidad de apurarnos después de todo y porque estaba empezando a gustarme que lo hiciera. Sus labios tenían un efecto magnetizante en mí, eran deliciosamente adictivos; tanto como el aroma de su perfume.
—Kalia, Sol y Mel tenían cosas que hacer hoy, así que supongo que no habrá nadie en mi habitación hasta más tarde.- Sugerí antes de irnos a buscar nuestros bolsos. Intenté no hacerlo, pero solté una risita cuando sentí como deslizaba su boca por mi cuello. —Y supongo que sí debemos actuar normal.- Enarqué una ceja, dándome la vuelta para quedar de frente a él. —Es eso o arriesgarnos a dejar de ser sólo nosotros los que sabemos sobre esto, ¿no te parece?
Reí divertida porque ya no me sentía insegura y temerosa de lo que pretendía, ya que ahora no pensaba dejarlo todo cuando estaba a punto de ponerse mejor que nunca. Me colgué el bolso al hombro, tal como él y le dí un puñetazo de broma en el brazo.
—Correcto.- Asentí enérgica saliendo al exterior y parándome contra la puerta antes de que él pudiese salir. Sonreí más para mí misma que para cualquiera sintiendo como la adrenalina corría libre por mi cuerpo, amando dicha sensación. —No sospechas y tendremos el plan perfecto, Agente N.- Bromeé intentando no reír. —Te veré en cinco minutos en la cabaña uno; cambio y fuera.
Acto seguido, caminé como si nada de todo lo que había pasado hubiese existido, claramente ayudada por mi capacidad actoral, porque tuve que controlar o más bien reprimir todos y cada uno de los chillidos de emoción que quería largar. Entré en la habitación y tiré el bolso sobre la cama de Kalia disponiéndome a desarmar la compleja trenza cosida que cruzaba lo alto de mi cabeza antes de que Nathan llegase. Sacudí el cabello como si fuese que haciéndolo, todo el drama se marcharía con ello y me miré al espejo. ¿Adónde estaba la Annabelle Brézhnev que yo conocía como a mí misma y qué había hecho con ella? «Ella no está de momento, así que déjale tu mensaje.» Pensé apagando mi celular y dejándolo sobre la mesa de noche mientras la puerta se abría y Nathan entraba.
No me dí tiempo a pensarlo y me lancé a colgarme de él, mientras lo besaba y le quitaba las correas del bolso del hombro, haciéndolo caer estrepitosamente al suelo. Me separé de él por un instante para reír y mi mirada se encontró con la suya antes de enganchar el borde del cuello de su remera con mi dedo y volver a atraerlo hacia mí.
—Podría jurar que éstos han sido los cinco minutos más largos de toda mi vida.- Susurré con una media sonrisa dándole un beso fingidamente casto en la boca.
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: Live While We're Young {Nathan}
Sentí su mano en mi mejilla mientras besaba sus labios, teniendo una sensación confortable ante esto. Hace unas cuantas semanas jamás hubiera imaginado si quiera insinuar un interés por Annabelle, quizás cobardía o respeto a una amistad era lo que me detenía a querer abrazarla y besarla cada vez que la veía mal por las discusiones con Ryan; de la nada había sentido la necesidad de al menos intentar acercarme a ella y ahora… era como tener una parte del paraíso mientras besaba sus labios. Sabía que tenía que alejarme de ella para finalmente salir de aquel lugar, pero mis brazos no tenían mucha intención de soltarla.
Escuché sus palabras -¿eso significa que tenemos toda la tarde para nosotros?- pregunté un tanto seductor mientras sonreía de medio lado, aunque sin esperar alguna respuesta. Mis besos se habían ido a su cuello, disfrutando de tenerla conmigo. Mientras iba besando su cuello escuché sus próximas palabras para luego ver cuando quedaba de frente a mí. Mantuve mi vista en la suya mientras la escuchaba -que alguien más se enterara sería un problema… así que intentaré actuar como si nada- comenté volviendo a sonreírle.
Le entregué su bolso y luego sentí el suave golpe en mi brazo, sonreí divertido ante aquella acción. Mi sonrisa se volvió una mezcla de complicidad y diversión ante sus siguientes palabras -copiado, agente A- le dije antes de verla alejarse, me quedé un momento donde estaba mientras sostenía la correa de mi bolso con una de mis manos. Miré a mi alrededor notando como por el pasillo no iba absolutamente nadie, así que bastante relajado me puse a caminar por este para finalmente salir de aquellas instalaciones. “Cinco minutos… cinco minutos pasan rápido” pensé mientras caminaba a paso lento mirando a mi alrededor con la típica atención un tanto distraída muy propia de mi.
Tomé aire e bote este inflando de forma infantil mis mejillas mientras jugaba un rato con mi móvil. No podía ir justo detrás de ella, aquello sería muy obvio, por lo que esperaría un rato antes de ir a su cabaña. Había pasado un buen rato ya por lo que me levanté manteniendo la vista en el móvil y comencé a caminar hasta donde había quedado de encontrarme con Annabelle; al llegar miré a mi alrededor de reojos y luego entre en la habitación, de forma inmediata vi a la castaña acercarse comenzando un beso como solo ella sabía dar. Le respondí al beso dejando que me quitará el bolso para luego tomar su rostro con mis manos, sin dejar de besarla.
Después de unos instantes nos separamos y sonreí divertido viéndola reír, con su dedo tomo del cuello de mi camiseta y me acercó más a ella. Deslicé mis manos a su cintura para luego oír su comentario -definitivamente- la apoyé antes de volver a sentir sus labios. Mordí suave su labio inferior para luego sonreír algo malicioso. Mis manos se deslizaron por sus costados hasta llegar a sus muslos, tomándola forme y haciendo que me rodeara con sus piernas -nunca te lo había dicho antes pero… me vuelves loco- murmuré contra sus labios antes de besarla nuevamente.
Mis pasos avanzaron hasta la que supuse su cama, ya que su móvil se encontraba en la mesa de noche. La recosté sobre el colchón colocándome sobre ella -¿segura que nadie vendrá?- pregunté entre besos.
Escuché sus palabras -¿eso significa que tenemos toda la tarde para nosotros?- pregunté un tanto seductor mientras sonreía de medio lado, aunque sin esperar alguna respuesta. Mis besos se habían ido a su cuello, disfrutando de tenerla conmigo. Mientras iba besando su cuello escuché sus próximas palabras para luego ver cuando quedaba de frente a mí. Mantuve mi vista en la suya mientras la escuchaba -que alguien más se enterara sería un problema… así que intentaré actuar como si nada- comenté volviendo a sonreírle.
Le entregué su bolso y luego sentí el suave golpe en mi brazo, sonreí divertido ante aquella acción. Mi sonrisa se volvió una mezcla de complicidad y diversión ante sus siguientes palabras -copiado, agente A- le dije antes de verla alejarse, me quedé un momento donde estaba mientras sostenía la correa de mi bolso con una de mis manos. Miré a mi alrededor notando como por el pasillo no iba absolutamente nadie, así que bastante relajado me puse a caminar por este para finalmente salir de aquellas instalaciones. “Cinco minutos… cinco minutos pasan rápido” pensé mientras caminaba a paso lento mirando a mi alrededor con la típica atención un tanto distraída muy propia de mi.
Tomé aire e bote este inflando de forma infantil mis mejillas mientras jugaba un rato con mi móvil. No podía ir justo detrás de ella, aquello sería muy obvio, por lo que esperaría un rato antes de ir a su cabaña. Había pasado un buen rato ya por lo que me levanté manteniendo la vista en el móvil y comencé a caminar hasta donde había quedado de encontrarme con Annabelle; al llegar miré a mi alrededor de reojos y luego entre en la habitación, de forma inmediata vi a la castaña acercarse comenzando un beso como solo ella sabía dar. Le respondí al beso dejando que me quitará el bolso para luego tomar su rostro con mis manos, sin dejar de besarla.
Después de unos instantes nos separamos y sonreí divertido viéndola reír, con su dedo tomo del cuello de mi camiseta y me acercó más a ella. Deslicé mis manos a su cintura para luego oír su comentario -definitivamente- la apoyé antes de volver a sentir sus labios. Mordí suave su labio inferior para luego sonreír algo malicioso. Mis manos se deslizaron por sus costados hasta llegar a sus muslos, tomándola forme y haciendo que me rodeara con sus piernas -nunca te lo había dicho antes pero… me vuelves loco- murmuré contra sus labios antes de besarla nuevamente.
Mis pasos avanzaron hasta la que supuse su cama, ya que su móvil se encontraba en la mesa de noche. La recosté sobre el colchón colocándome sobre ella -¿segura que nadie vendrá?- pregunté entre besos.
Nathan Z. Hawthorne
Re: Live While We're Young {Nathan}
Harían unos dos o tres años que conocía a Nathan, justo desde después de que los abuelos de Ryan muriesen y su familia se mudase junto a la mía a Australia; y en cierto momento hasta me había llegado a parecer lindo, pero cuando Ryan se me declaró simplemente lo olvidé porque estaba claro que Ryan era Ryan y lo quería desde que tenía uso de razón. Sin embargo, esos sentimientos reprimidos que tenía hacia Nathan volvían cada vez que discutía con mi novio y el único que estaba ahí para hacerme dejar de llorar era él, pero nunca les había dado la suficiente importancia. Es decir, ¿por qué iba a pensar que lo que sentía por el mejor amigo de mi novio era lo suficientemente real como para haber hecho antes lo mismo que estaba haciendo ahora?
Me obligué a dejar de lado mis pensamientos -fuesen cuales fuesen-, y seguí besándolo con mucho más ímpetu que antes. La manera en que sus labios se movían en perfecta sincronía con los míos me tenía embelesada y entonces me hice un último cuestionamiento: ¿Sería que realmente me había equivocado de persona a la hora de elegir con quien estar de novia? Corría el riesgo de empezar a creer que sí.
Sentí sus cálidas manos bajar hasta mis muslos, y entonces me impulsé hacia arriba para quedar a cuesta suya, con las piernas enroscadas firmemente en su cintura para no caerme. Situé mis manos en su cuello y continué besándolo hasta que se detuvo para hablar. Sonreí y le dí otro beso más antes de contestarle con la más pura sinceridad. —Es bueno saberlo.- Lo besé de nuevo. —Sobre todo porque no eres el único que tiene que hacer una confesión como esa.- Admití mientras él se dirigía hacia mi cama. —Me tomó demasiado darme cuenta, pero me traes de cabeza desde el mismo momento en que te conocí.
Acto seguido, estábamos besándonos como si no hubiese un mañana sobre mi cama, y empezaba a costarme respirar. No por el hecho de que su cuerpo estuviese contra el mío, porque de hecho no tenía su peso recargado sobre mí, sino porque un calor arrebatador comenzaba a apoderarse de mí poco a poco.
—Seremos sólo nosotros.- Susurré acariciando su espalda. —Desde este mismo momento, sólo nosotros.
Mi boca volvió a unirse a la suya como dos imanes, con una exquisita mezcla de naturalidad y desesperación que me consumía por dentro; que me obligaba a querer ir por más, a querer reclamar algo que deseaba desde hacía mucho y de lo que nunca me había percatado.
Por eso mismo, cuando mis manos ubicadas en la base de su espalda deslizaron su remera hacia arriba hasta quitársela, ya no planeaba detenerme ni aunque cualquier persona o el mismísimo Ryan se plantasen ahí mismo con la intención de separarme de Nathan.
Recorrí su excelente torso con la punta de los dedos y sonreí. Me encantaba la manera en que podía sentir la calidez en su piel con sólo tocarlo, y es que además hacía bastante tiempo que no tenía tanta cercanía humana de golpe; ni siquiera con Ryan. De repente la idea de mi propio novio me disgustaba, así que lo bloqueé rotundamente de mi mente mientras seguía dejándome perder por su mejor amigo.
OoC: Perdón por tardar tanto en contestar; es que estoy de acá para allá ultimando detalles del viaje y además me había quedado seca de inspiración :B
Me obligué a dejar de lado mis pensamientos -fuesen cuales fuesen-, y seguí besándolo con mucho más ímpetu que antes. La manera en que sus labios se movían en perfecta sincronía con los míos me tenía embelesada y entonces me hice un último cuestionamiento: ¿Sería que realmente me había equivocado de persona a la hora de elegir con quien estar de novia? Corría el riesgo de empezar a creer que sí.
Sentí sus cálidas manos bajar hasta mis muslos, y entonces me impulsé hacia arriba para quedar a cuesta suya, con las piernas enroscadas firmemente en su cintura para no caerme. Situé mis manos en su cuello y continué besándolo hasta que se detuvo para hablar. Sonreí y le dí otro beso más antes de contestarle con la más pura sinceridad. —Es bueno saberlo.- Lo besé de nuevo. —Sobre todo porque no eres el único que tiene que hacer una confesión como esa.- Admití mientras él se dirigía hacia mi cama. —Me tomó demasiado darme cuenta, pero me traes de cabeza desde el mismo momento en que te conocí.
Acto seguido, estábamos besándonos como si no hubiese un mañana sobre mi cama, y empezaba a costarme respirar. No por el hecho de que su cuerpo estuviese contra el mío, porque de hecho no tenía su peso recargado sobre mí, sino porque un calor arrebatador comenzaba a apoderarse de mí poco a poco.
—Seremos sólo nosotros.- Susurré acariciando su espalda. —Desde este mismo momento, sólo nosotros.
Mi boca volvió a unirse a la suya como dos imanes, con una exquisita mezcla de naturalidad y desesperación que me consumía por dentro; que me obligaba a querer ir por más, a querer reclamar algo que deseaba desde hacía mucho y de lo que nunca me había percatado.
Por eso mismo, cuando mis manos ubicadas en la base de su espalda deslizaron su remera hacia arriba hasta quitársela, ya no planeaba detenerme ni aunque cualquier persona o el mismísimo Ryan se plantasen ahí mismo con la intención de separarme de Nathan.
Recorrí su excelente torso con la punta de los dedos y sonreí. Me encantaba la manera en que podía sentir la calidez en su piel con sólo tocarlo, y es que además hacía bastante tiempo que no tenía tanta cercanía humana de golpe; ni siquiera con Ryan. De repente la idea de mi propio novio me disgustaba, así que lo bloqueé rotundamente de mi mente mientras seguía dejándome perder por su mejor amigo.
OoC: Perdón por tardar tanto en contestar; es que estoy de acá para allá ultimando detalles del viaje y además me había quedado seca de inspiración :B
Annabelle F. Brézhnev- Edad : 30
Localización : Summer Night Camp
Re: Live While We're Young {Nathan}
Escuchar aquellas palabras de parte de Annabelle era todo lo que necesitaba y al mismo tiempo me sentía un tanto idiota por no haber intentado algo antes, pero supongo que todo a su tiempo. Sentir sus caricias se volvían algo realmente agradable, me gustaba la calidez que sus manos transmitían y sus labios no hacían más que desconectarme de toda posible realidad. Mis manos estaban apoyadas en la cama mientras continuaba besándola con cierta necesidad, con deseo de más.
La respuesta a mi pregunta salió de sus labios y la miré unos segundos, dejando que una sonrisa de satisfacción ante sus palabras se formara en mi rostro. Nuestros labios no tardaron mucho en volver a unirse, en reclamar aún más de la boca del otro. Sus manos comenzaron a quitar mi camiseta y no puse problema alguno en eso, dejando que la quitara con total facilidad; a cada segundo que pasaba la deseaba aún más, quería tenerla entre mis brazos mucho más que solo por esta tarde, poco me importaba ahora que ella fuese la novia de mi mejor amigo, siendo muy honesto poco me importaba mi mejor amigo, debía admitir que solo me importaba ella en este momento.
Sus manos comenzaron a acariciar mi torso ante lo que sonreí ladeado mirándola para luego acercarme depositando algunos besos sobre su oído y continuar bajando por su cuello, mientras una de mis manos recorría los costados de su cuerpo, como grabando en mi memoria cada una de sus curvas. La ropa se iba volviendo una molestia y siendo bastante practico, había que quitar todo aquello que molestara ¿no?. Me recargué en una de mis manos, tomando leves centímetros de distancia para luego ir bajando el cierre de su polerón, de forma lenta disfrutando de cada segundo. Una vez abrí el polerón baje mis besos por el escote de su blusa y así continuar bajando hasta llegar a la zona de su abdomen, dejando el acceso libre a su piel besándole y dando suaves mordidas de momento.
Me enderece manteniéndome sobre su cama, provocando así que la castaña se sentara y así quitar sin problemas su polerón para continuar quitando la blusa. Sonreí de medio lado acercándome a sus labios, haciendo un par de amagos de besarla antes de realmente besarla, deslizando mis manos por su cuello hasta subir a su rostro. Verla semi desnuda solo me hacía comprobar algo que ya tenía más que claro, Annabelle era una chica preciosa.
La respuesta a mi pregunta salió de sus labios y la miré unos segundos, dejando que una sonrisa de satisfacción ante sus palabras se formara en mi rostro. Nuestros labios no tardaron mucho en volver a unirse, en reclamar aún más de la boca del otro. Sus manos comenzaron a quitar mi camiseta y no puse problema alguno en eso, dejando que la quitara con total facilidad; a cada segundo que pasaba la deseaba aún más, quería tenerla entre mis brazos mucho más que solo por esta tarde, poco me importaba ahora que ella fuese la novia de mi mejor amigo, siendo muy honesto poco me importaba mi mejor amigo, debía admitir que solo me importaba ella en este momento.
Sus manos comenzaron a acariciar mi torso ante lo que sonreí ladeado mirándola para luego acercarme depositando algunos besos sobre su oído y continuar bajando por su cuello, mientras una de mis manos recorría los costados de su cuerpo, como grabando en mi memoria cada una de sus curvas. La ropa se iba volviendo una molestia y siendo bastante practico, había que quitar todo aquello que molestara ¿no?. Me recargué en una de mis manos, tomando leves centímetros de distancia para luego ir bajando el cierre de su polerón, de forma lenta disfrutando de cada segundo. Una vez abrí el polerón baje mis besos por el escote de su blusa y así continuar bajando hasta llegar a la zona de su abdomen, dejando el acceso libre a su piel besándole y dando suaves mordidas de momento.
Me enderece manteniéndome sobre su cama, provocando así que la castaña se sentara y así quitar sin problemas su polerón para continuar quitando la blusa. Sonreí de medio lado acercándome a sus labios, haciendo un par de amagos de besarla antes de realmente besarla, deslizando mis manos por su cuello hasta subir a su rostro. Verla semi desnuda solo me hacía comprobar algo que ya tenía más que claro, Annabelle era una chica preciosa.
Off: No hay problema
Nathan Z. Hawthorne
:: Interiores :: Cabañas :: Habitaciones de mujeres :: Habitación #1
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Mar Feb 11, 2014 5:00 pm por Yelyah Crowley
» Rumour Has It - Cambio de botón Af. Élite
Lun Feb 10, 2014 6:37 pm por Invitado
» Whatever {Confirmación Élite}
Miér Feb 05, 2014 5:06 am por Invitado
» The Fog City | +18 [Confirmación Élite]
Dom Feb 02, 2014 5:30 pm por Invitado
» Colegio Lope de Vega (élite)
Dom Feb 02, 2014 1:14 pm por Invitado
» Stanford University.. confirmacion afiliacion elite!
Sáb Feb 01, 2014 6:45 pm por Invitado
» Hey tu. Quieres rol?.
Sáb Feb 01, 2014 3:49 pm por Ariel M. Williams
» Registro de grupo ~
Jue Ene 30, 2014 11:36 pm por Connor A. Flames
» Athlone RPG [Confirmación Elite]
Jue Ene 30, 2014 6:42 am por Invitado