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Bienvenidos a la jungla {Juliet}
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Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Desde que llegué a Summer Night no había hecho otra cosa que pensar en Juliet. Luego de que la morena se había bajado de mi coche, un par de noches atrás, no había sabido nada de ella. Sin embargo sabía que estaría en el campamento, para desdicha mía. Los primeros días en Summer Night los había ocupado rellenando papeles, ordenando documentos, y charlando con Morrison; durante la noche, luego de cenar, me encontraba demasiado agotado como para recorrer las inmediaciones, por lo que terminaba acostándome temprano. A pesar de tener bastante tiempo para meditar, aún no había pensado que le diría a Juliet cuando pudiera verla. ¿Qué olvidáramos lo que había ocurrido? Si, sería lo mejor. Quizás en unos cuantos años, en otro lugar, y en otra circunstancias nos podríamos volver a ver. Pero Summer Night no era sitio indicado. Había llegado ahí por recomendación de Freddy, así que no pensaba defraudarlo. Ya era hora que empiece a tomarme la vida con un poco más de seriedad, y sinceramente liarme con una de mis alumnas inclusive superaría mis límites.
Esa noche, luego de dejar el despacho de Morrison me dirigí hacia el comedor. Comería un hot dog antes de volver a la cabaña; en la mañana daría la primera clase de guitarra de nivel avanzado a los chicos de Summer Night. Cuando llegué el comedor estaba abarrotado; esperé unos minutos antes de que pudieran atenderme –Un hot dog, y una Coca Cola, por favor- le pedí al encargado. En cuestión de segundos el muchacho apareció detrás de la mesada con mi cena. Estupendo. Recorrí el salón son la vista hasta encontrar un lugar vacío, así que me dirigí hacía ahí con mi bandeja. Los chicos estaban hiperactivos; reían, gritaban, y se golpeaban entre ellos. ¿Es que yo había sido igual de infantil cuándo tenía su edad? Alejé esa idea de mi cabeza, y me concentré en mi cena. Luego de terminar el hot dog llevé mi bandeja nuevamente hasta la mesada, y le dejé una propina al muchacho. Tomé la Coca Cola que aún estaba cerrada y volví hasta la cabaña.
A pesar de que eran cerca de las diez de la noche, afuera aún estaba caluroso. Al entrar en la habitación me saqué la playera y abrí la bebida; las burbujas me hacían cosquillas en la garganta. ¿Qué tenía pensado hacer esa noche? Pues me daría una ducha, y luego me acostaría a descansar. Así que después de terminar la Coca Cola entré al baño y me saqué lo que me quedaba de ropa; cuando abrí la ducha el agua fría empezó a resbalar por mi piel revitalizándome por completo. Tomé el frasco de champú y volqué un poco de su contenido en mi mano antes de ponérmelo en el cabello. Olía a coco. Después de que acabé de ducharme tomé una toalla para envolvérmela alrededor de la cintura antes de volver a la habitación.
Esa noche, luego de dejar el despacho de Morrison me dirigí hacia el comedor. Comería un hot dog antes de volver a la cabaña; en la mañana daría la primera clase de guitarra de nivel avanzado a los chicos de Summer Night. Cuando llegué el comedor estaba abarrotado; esperé unos minutos antes de que pudieran atenderme –Un hot dog, y una Coca Cola, por favor- le pedí al encargado. En cuestión de segundos el muchacho apareció detrás de la mesada con mi cena. Estupendo. Recorrí el salón son la vista hasta encontrar un lugar vacío, así que me dirigí hacía ahí con mi bandeja. Los chicos estaban hiperactivos; reían, gritaban, y se golpeaban entre ellos. ¿Es que yo había sido igual de infantil cuándo tenía su edad? Alejé esa idea de mi cabeza, y me concentré en mi cena. Luego de terminar el hot dog llevé mi bandeja nuevamente hasta la mesada, y le dejé una propina al muchacho. Tomé la Coca Cola que aún estaba cerrada y volví hasta la cabaña.
A pesar de que eran cerca de las diez de la noche, afuera aún estaba caluroso. Al entrar en la habitación me saqué la playera y abrí la bebida; las burbujas me hacían cosquillas en la garganta. ¿Qué tenía pensado hacer esa noche? Pues me daría una ducha, y luego me acostaría a descansar. Así que después de terminar la Coca Cola entré al baño y me saqué lo que me quedaba de ropa; cuando abrí la ducha el agua fría empezó a resbalar por mi piel revitalizándome por completo. Tomé el frasco de champú y volqué un poco de su contenido en mi mano antes de ponérmelo en el cabello. Olía a coco. Después de que acabé de ducharme tomé una toalla para envolvérmela alrededor de la cintura antes de volver a la habitación.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Los días consecutivos al escape que la chica O'Connor realizó habían sido aburridos y monótonos para ella, ir a clase de actuación, soportar a sus compañeras insistiendo que asistiera a la fogata y encuentros furtivos con su hermano Shawn. Nada de eso le quitaba lo único que tenía en la cabeza: Dan. No podía soportar otro día de sonrisas fingidas en su clase, escuchar las platicas de su hermano poniéndole más atención al sonido del aire e incluso no podía con la idea de un minuto mas de aburrición esa celda llamada Summer Night.
Planeaba escabullirse en la noche al pueblo con la esperanza de encontrar a Hércules, su Hércules. Paso todo el día aprovechando sus clases de teatro, actuando estar feliz y divertida, cosa que ni su compañera de habitación, Cherry ni su hermano se creyeron del todo pero los profesores pasaban de largo y como inocentes palomas caían ante la felicidad falsa de la chica.
Vaya estúpidos maestros que tengo. Si fuera otra situación saltaría diciendo cada cosa de ellos pero por ahora me sirve que sean así. Saltare la cerca está noche, solo Shawn esta enterado de la situación, sera pan comido como la otra noche sin duda y....que es eso?
La mente de la chica freno de golpe a su plan, se encontraba en el comedor a la hora de la cena, estaba ya sentada dándole un sorbo a su refresco, los ojos se le abrieron como platos y su mano ya se encontraba tapando su boca con una servilleta para ahogar el sonido de la tos que le dio al ahogarse con su trago. No podía creer lo que estaba viendo a unas cuantas mesas de donde estaba ella...
Mi hércules? en Summer Night?...que hace? que pretende? cuando llego? porque no lo había visto antes? es alumno? por mi bien espero que lo sea...aunque para mi suerte intuyo que no lo sera...
Las preguntas pasaban por la mente de la chica demasiado rápido, durante la cena se escondió de la mirada de Dan. Lo observaba con atención. Cuando se levanto de la mesa ella hizo lo mismo y lo siguió con sigilo. Era una tarea difícil ya que se escondía de los alumnos, de los maestros y cuidaba que Dan no la viera. Desapareció detrás de una puerta en las habitaciones de los maestros.
Pero que día tan mas asqueroso! mierda...mis especulaciones eran ciertas, es una maldito maestro...no creo que haya pedido el trabajo por mi...por eso estaba tan raro aquello noche...para ser un Hércules eres muy mentiroso Dan...por que me lo oculto?
Escondida detrás de un arbusto cerca de la cabaña vigilaba que no hubiera nadie, pero como era de esperarse no podría entrar así sin mas por la puerta delantera, ademas de lo obvio, había gente pasando por delante y seguro algún vigilante que la detectaría en cuanto pusiera un pie en los escalones de la habitación. Bufo y recorrió aun escondida hasta detrás de la morada. Poso su mirada en la ventana y sonrió.
Fue hasta allí sin hacer ruido y abrió la ventana hasta que pudiera entrar sin dificultades, se aseguro que Dan no estuviera en el campo de visibilidad y para su suerte se escuchaba la ducha así que entro en la habitación, cerrando la ventana atrás de ella. Miro al rededor y se sentó en la esquina de la cama con los brazos cruzados a su pecho y viendo hacia el baño, esperando con total tranquilidad a que saliera. Por fin lo hizo solo llevaba una toalla así que la chica se quedo boquiabierta por unos segundos antes de concentrarse en otra cosa para no saltar sobre él y volver a besarle -Welcome to the jungle- el tono de voz que utilizo era suave y con toque divertido, tenia una sonrisa de superioridad a esas palabras, su rostro era tranquilo y solo alzaba una ceja viendo hacia la dirección del chico -Profesor Dan- soltó, casi escupiendo las palabras, su tono ya no era suave su mirada se volvió fulminante -Pensaba ocultarlo todo el campamento huyendo de mí?- su tono aun era frío y se dirigía a él de usted pues le pareció aun mas hiriente, se quedo callada para esperar la respuesta dirigiendo sus pensamientos a otra parte y no a su pecho desnudo, su cabello mojada o la necesidad de ir a quitarle esa toalla. Todo el aire estaba impregnado a olor coco y ella solo se resistía a caer ante sus brazos. Si quería guerra, guerra tendría...así que tenía que desaparecer esos pensamientos, esos deseos de poseer a su Hércules.
Planeaba escabullirse en la noche al pueblo con la esperanza de encontrar a Hércules, su Hércules. Paso todo el día aprovechando sus clases de teatro, actuando estar feliz y divertida, cosa que ni su compañera de habitación, Cherry ni su hermano se creyeron del todo pero los profesores pasaban de largo y como inocentes palomas caían ante la felicidad falsa de la chica.
Vaya estúpidos maestros que tengo. Si fuera otra situación saltaría diciendo cada cosa de ellos pero por ahora me sirve que sean así. Saltare la cerca está noche, solo Shawn esta enterado de la situación, sera pan comido como la otra noche sin duda y....que es eso?
La mente de la chica freno de golpe a su plan, se encontraba en el comedor a la hora de la cena, estaba ya sentada dándole un sorbo a su refresco, los ojos se le abrieron como platos y su mano ya se encontraba tapando su boca con una servilleta para ahogar el sonido de la tos que le dio al ahogarse con su trago. No podía creer lo que estaba viendo a unas cuantas mesas de donde estaba ella...
Mi hércules? en Summer Night?...que hace? que pretende? cuando llego? porque no lo había visto antes? es alumno? por mi bien espero que lo sea...aunque para mi suerte intuyo que no lo sera...
Las preguntas pasaban por la mente de la chica demasiado rápido, durante la cena se escondió de la mirada de Dan. Lo observaba con atención. Cuando se levanto de la mesa ella hizo lo mismo y lo siguió con sigilo. Era una tarea difícil ya que se escondía de los alumnos, de los maestros y cuidaba que Dan no la viera. Desapareció detrás de una puerta en las habitaciones de los maestros.
Pero que día tan mas asqueroso! mierda...mis especulaciones eran ciertas, es una maldito maestro...no creo que haya pedido el trabajo por mi...por eso estaba tan raro aquello noche...para ser un Hércules eres muy mentiroso Dan...por que me lo oculto?
Escondida detrás de un arbusto cerca de la cabaña vigilaba que no hubiera nadie, pero como era de esperarse no podría entrar así sin mas por la puerta delantera, ademas de lo obvio, había gente pasando por delante y seguro algún vigilante que la detectaría en cuanto pusiera un pie en los escalones de la habitación. Bufo y recorrió aun escondida hasta detrás de la morada. Poso su mirada en la ventana y sonrió.
Fue hasta allí sin hacer ruido y abrió la ventana hasta que pudiera entrar sin dificultades, se aseguro que Dan no estuviera en el campo de visibilidad y para su suerte se escuchaba la ducha así que entro en la habitación, cerrando la ventana atrás de ella. Miro al rededor y se sentó en la esquina de la cama con los brazos cruzados a su pecho y viendo hacia el baño, esperando con total tranquilidad a que saliera. Por fin lo hizo solo llevaba una toalla así que la chica se quedo boquiabierta por unos segundos antes de concentrarse en otra cosa para no saltar sobre él y volver a besarle -Welcome to the jungle- el tono de voz que utilizo era suave y con toque divertido, tenia una sonrisa de superioridad a esas palabras, su rostro era tranquilo y solo alzaba una ceja viendo hacia la dirección del chico -Profesor Dan- soltó, casi escupiendo las palabras, su tono ya no era suave su mirada se volvió fulminante -Pensaba ocultarlo todo el campamento huyendo de mí?- su tono aun era frío y se dirigía a él de usted pues le pareció aun mas hiriente, se quedo callada para esperar la respuesta dirigiendo sus pensamientos a otra parte y no a su pecho desnudo, su cabello mojada o la necesidad de ir a quitarle esa toalla. Todo el aire estaba impregnado a olor coco y ella solo se resistía a caer ante sus brazos. Si quería guerra, guerra tendría...así que tenía que desaparecer esos pensamientos, esos deseos de poseer a su Hércules.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Cuando salí de la ducha me encontré con un par de ojos oscuros observándome. Miré a la figura con incredulidad, sin saber que decir. Era Juliet. ¿Cómo había llegado hasta la cabaña? Se suponía que la puerta estaba cerrada, y que los monitores deberían estar vigilando los alrededores. Una infinidad de palabras se me agolparon en la cabeza, pero decidí esperar a que ella hablara. Bienvenido a la jungla, me dijo, aunque su voz sonaba demasiado relajada como para ser real. Me maldije internamente por no haberla buscado antes –Juliet, tengo una buena coartada- empecé, esperando que me escuchara –Vamos, la última vez estaba demasiado estupefacto como para decir algo. Y…hasta ahora no te había visto. Pensaba buscarte- dije con convicción. Al final de todo no estaba mintiéndole; el problema era que no sabía que iba que le iba a decir. Miré a mí alrededor, fijándome en lo desordenado que estaba todo. Inclusive yo, cubierto en una toalla con el cabello goteando sobre mi frente no debería dar buena expresión –No, no me he escondido de de ti, ni mucho menos- respondí, pasando por alto que me haya tratado de “usted”; a lo sumo le llevaría cinco o seis años. Suspiré cansino, mirándola a los ojos –Tenemos que hablar, creo. ¿Esperarías a que me vista? No es serio entablar una conversación llevando una toalla a modo de pantalón- dije, encogiéndome de hombros. Tomé un par de ropas limpias que estaban sobre mi valija a medio desarmar, y volví a entrar al baño.
La verdad es que no tenía fuerza de voluntad suficiente como para olvidar lo que había ocurrido. Juliet no solamente era guapa, sino que también tenía una personalidad avasallante; el solo recordar la forma en la que me había besado hizo que una sonrisa de lado se dibuje en mi rostro. Pero para desdicha mía sabía que ella estaba afuera de mis límites. Seguramente tendría decenas de admiradores alrededor de ella, ¿Qué podría hacer yo con eso? Me sequé el cabello sin ganas y me vestí con las ropas que había sacado. Minutos después llevaba un pantalón de algodón y una remera sin mangas. Escruté mi reflejo en el espejo, pensando aún que le diría a Juliet; el solo estar frente a ella me hacía perder el sentido común, moría de ganas de besarla.
Cuando volví a mi habitación ella aún seguí ahí. Fui hasta el refrigerador y saqué un par de refrescos. Sonreí, ofreciéndole uno a Juliet –Está prohibido el alcohol, así que deberemos conformarnos con esto- comenté divertido, sentándome en una butaca frente a ella. Era momento de ponerse serio –Cuando nos encontramos en el bar yo estaba llegando a Shark Bay. Conduje durante dos días desde Melbourne para venir a este campamento, así que la idea era beber alguna cerveza y luego pasar la noche en un hotel. Te encontré en el bar, y cuando me dijiste que estabas pasando en verano en Summer Night…- tomé un poco de aire de continuar -…me pareció que lo más adecuado era ordenar mi cabeza, y hablar contigo luego. Todo fue una locura- dije luego, mirándola a los ojos. Esperaba que no se enfadara demasiado.
La verdad es que no tenía fuerza de voluntad suficiente como para olvidar lo que había ocurrido. Juliet no solamente era guapa, sino que también tenía una personalidad avasallante; el solo recordar la forma en la que me había besado hizo que una sonrisa de lado se dibuje en mi rostro. Pero para desdicha mía sabía que ella estaba afuera de mis límites. Seguramente tendría decenas de admiradores alrededor de ella, ¿Qué podría hacer yo con eso? Me sequé el cabello sin ganas y me vestí con las ropas que había sacado. Minutos después llevaba un pantalón de algodón y una remera sin mangas. Escruté mi reflejo en el espejo, pensando aún que le diría a Juliet; el solo estar frente a ella me hacía perder el sentido común, moría de ganas de besarla.
Cuando volví a mi habitación ella aún seguí ahí. Fui hasta el refrigerador y saqué un par de refrescos. Sonreí, ofreciéndole uno a Juliet –Está prohibido el alcohol, así que deberemos conformarnos con esto- comenté divertido, sentándome en una butaca frente a ella. Era momento de ponerse serio –Cuando nos encontramos en el bar yo estaba llegando a Shark Bay. Conduje durante dos días desde Melbourne para venir a este campamento, así que la idea era beber alguna cerveza y luego pasar la noche en un hotel. Te encontré en el bar, y cuando me dijiste que estabas pasando en verano en Summer Night…- tomé un poco de aire de continuar -…me pareció que lo más adecuado era ordenar mi cabeza, y hablar contigo luego. Todo fue una locura- dije luego, mirándola a los ojos. Esperaba que no se enfadara demasiado.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Solo se encogió de hombros con una sonrisa que dejaba mucho que desear. Su boca dibujaba una curva hacia arriba pero sus ojos no demostraban nada, ni diversión, ni felicidad y mucho menos tristeza. Escucho atenta con la mirada baja pensando un sin fin de cosas que decirle pero solo silencio obtuvo de respuesta hasta que menciono la toalla, volteo de reojo y una sonrisa en su interior se produjo -Con o sin toalla le daré la misma seriedad, y puede que medio desnudo hasta mas atención ponga- dijo sin pensárselo dos veces y luego soltó un beso hacia él algo coqueto, suspiro y agito la mano para que fuera a cambiarse -Aun que si le intimido vaya y cámbiese- se quedo igual de seria viendo la habitación.
Al parecer todos los chicos son iguales, tal vez no tienen el botón de "encendido" en el área de orden en su cerebro...pensándolo bien su vida misma en un desorden, aun que no debo quejarme que la mía es un lió...y si no fuera por Kahlen mi habitación seria peor que esta. Ja! Bienvenida al chiquero
Pensaba con diversión hasta que el chico salio viéndola como confirmando que si era ella y no había corrido con arrepentimiento dejando atrás un maniquí. Juls sonrió divertida por eso aun que mas parecía una burla a él -Me gustabas mas con toalla- dijo con sinceridad y aunque el comentario era algo hiriente tenia un toque de coqueteo que no se podía pasar inadvertido. Guiño un ojo al tiempo que tomaba la lata de soda y la dejo sobre la cama sin siquiera abrirla y volteo a verlo con esa misma mirada seria con la que lo miro al darle la bienvenida.
Tenia las piernas cruzada en forma de mariposa arriba de la cama, su codo izquierdo se recargaba en el muslo de la muchacha y su cabeza a su vez se posaba en su mano viéndolo con atención. Enarco una ceja mientras hablaba asintiendo de vez en cuando -Y ya ordenaste tu cabeza? por que si la tienes igual que tu habitación esta claro que tendrás mucho trabajo- rió un poco y suspiro, ese olor a coco la estaba volviendo loca, quería acercarse aun mas a el para poder olerlo de cerca -Como te dije ese día en el carro, no soy una puberta llena de hormonas como todos los de aquí, estoy en el campamento por algo muy distinto a lo que en verdad tengo en mente- dijo con sinceridad, cambio de posición bajando las piernas y recargándose en sus manos hacia atrás, tratando de alejarse de él o no soportaría echarse a sus brazos -Aparte todo hubiera sido más fácil si desde aquella noche me hubieras dicho que trabajarías como profesor aquí sabes!?- su voz empezó a intensificarse sin llegar a gritar, suspiro y recordó que podrían oírla así que bajo la voz y volteo hacia un costado pues no podía decir lo que a continuación iba a soltar sin sentirse dañada en su ego y orgullo -No eh dejado de pensar en aquel beso...- "aquel beso" solo dijo aquello para no desenmascarar lo que de verdad quería decir "no eh dejado de pensar en ti" sus mejillas empezaron a colorearse de rojo pero se obligo, más bien su orgullo la obligo a frenar y decir algo más -hubiera sido mas fácil olvidarlo si sabía que te volvería a ver- se notaba que lo decía falsamente, ella tenía mas que seguro que nunca podría olvidarle, que aquel beso solo era una excusa para recordarlo más tiempo y que sabiendo que era profesor, que estaba prohibido era aun más emocionante para ella y por lo tanto más capricho hacia él.
Te gustó?- recordando la palabra que uso "locura" sonrió hacia él, la primera sonrisa de verdad que daba en la noche, sin tono burlón ó falso -Me refiero al beso...te gustó?- lo miro a los ojos aun sonriendo.
Al parecer todos los chicos son iguales, tal vez no tienen el botón de "encendido" en el área de orden en su cerebro...pensándolo bien su vida misma en un desorden, aun que no debo quejarme que la mía es un lió...y si no fuera por Kahlen mi habitación seria peor que esta. Ja! Bienvenida al chiquero
Pensaba con diversión hasta que el chico salio viéndola como confirmando que si era ella y no había corrido con arrepentimiento dejando atrás un maniquí. Juls sonrió divertida por eso aun que mas parecía una burla a él -Me gustabas mas con toalla- dijo con sinceridad y aunque el comentario era algo hiriente tenia un toque de coqueteo que no se podía pasar inadvertido. Guiño un ojo al tiempo que tomaba la lata de soda y la dejo sobre la cama sin siquiera abrirla y volteo a verlo con esa misma mirada seria con la que lo miro al darle la bienvenida.
Tenia las piernas cruzada en forma de mariposa arriba de la cama, su codo izquierdo se recargaba en el muslo de la muchacha y su cabeza a su vez se posaba en su mano viéndolo con atención. Enarco una ceja mientras hablaba asintiendo de vez en cuando -Y ya ordenaste tu cabeza? por que si la tienes igual que tu habitación esta claro que tendrás mucho trabajo- rió un poco y suspiro, ese olor a coco la estaba volviendo loca, quería acercarse aun mas a el para poder olerlo de cerca -Como te dije ese día en el carro, no soy una puberta llena de hormonas como todos los de aquí, estoy en el campamento por algo muy distinto a lo que en verdad tengo en mente- dijo con sinceridad, cambio de posición bajando las piernas y recargándose en sus manos hacia atrás, tratando de alejarse de él o no soportaría echarse a sus brazos -Aparte todo hubiera sido más fácil si desde aquella noche me hubieras dicho que trabajarías como profesor aquí sabes!?- su voz empezó a intensificarse sin llegar a gritar, suspiro y recordó que podrían oírla así que bajo la voz y volteo hacia un costado pues no podía decir lo que a continuación iba a soltar sin sentirse dañada en su ego y orgullo -No eh dejado de pensar en aquel beso...- "aquel beso" solo dijo aquello para no desenmascarar lo que de verdad quería decir "no eh dejado de pensar en ti" sus mejillas empezaron a colorearse de rojo pero se obligo, más bien su orgullo la obligo a frenar y decir algo más -hubiera sido mas fácil olvidarlo si sabía que te volvería a ver- se notaba que lo decía falsamente, ella tenía mas que seguro que nunca podría olvidarle, que aquel beso solo era una excusa para recordarlo más tiempo y que sabiendo que era profesor, que estaba prohibido era aun más emocionante para ella y por lo tanto más capricho hacia él.
Te gustó?- recordando la palabra que uso "locura" sonrió hacia él, la primera sonrisa de verdad que daba en la noche, sin tono burlón ó falso -Me refiero al beso...te gustó?- lo miro a los ojos aun sonriendo.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Juliet me estaba volviendo loco. Primero se quedaba viéndome con actitud hostil, para luego lanzarme un beso al aire con coquetería. Sus palabras también me confundían. Con o sin toalla le daré la misma seriedad, y puede que medio desnudo hasta más atención ponga, me había dicho. No pude más que sonreír. Cuando salí del baño, vistiendo ya unos pantalones holgados y una remera sin mangas, su mirada vagaba por la habitación con curiosidad. Lo aceptaba, jamás había sido bueno en las tareas domésticas; en menos de una semana me había encargado de darle mi toque personal a la cabaña. Ropas, revistas, calzados, y algunos envases de refrescos cubrían el piso –A decir verdad, ordenar mi cabeza sería más complicado que ordenar la cabaña- había respondido, con una sonrisa de lado. Juliet se acercó un poco más a mí, haciendo que su perfume me invada por completo –No creo que seas como los demás chicas del campamento; creo que eres…- titubeé un poco antes de completar la frase -…tienes muchas agallas. No sé por qué estás aquí, ni que es lo que tienes en mente, pero podrías aprovecharlo- dije, jugando inconscientemente con la lata de soda. Luego de eso la morena se alejó un poco de mí, llevando sus manos hacia atrás. Se veía guapísima. La forma en la que había decidido hacerme frente me encantaba. ¿Cómo definirla? Era arriesgada, temerosa, valiente; su mirada me intrigaba. En eso pareció enfadarse; alzó la voz, frunciendo levemente el ceño. Por inercia me acerqué a ella para tranquilizarla, apoyando la palma de mi mano sobre su rodilla.
No eh dejado de pensar en aquel beso, dijo luego. Sus palabras me golpearon en el pecho como una estocada. ¿Podría ser posible que Juliet hubiera pensado en lo que ocurrió entre nosotros? Yo tampoco podía dejar de pensar en ella, ni en la forma en la que me había besado. Cerré los ojos por unos instantes, antes de volver a abrirlos, pero preferí quedarme callado. Quizás Juliet tenía razón al pensar que tendría que haberle dicho que era profesor de Summer Night –Lo siento…- dije, dejando las palabras al aire. Me acerqué a ella, hasta tenerla a un par de centímetros, para luego retirar mi mano de su rodilla. Su aroma me encantaba; era un reto mantenerme frente a ella sin acercarme a besar sus labios –Pero creo que eso no hubiera cambiado las cosas- comenté en un susurro, haciendo referencia a su comentario anterior. Después me quedé en silencio por unos segundos, esperando a que ella hable. Su pregunta me sacó una sonrisa. ¿Qué si me había gustado? Había sido lo mejor que me había pasado en mucho tiempo, pero opté por una respuesta un poco más neutral –Si, Juliet. Me ha gustado- respondí, viéndola a los ojos.
-Pero esa no es la cuestión- dije luego, casi apenado, haciendo crujir mis nudillos –Quiero decir, en ese momento no sabía que tú eras alumna de Summer Night. Eres increíble, y me encanta estar contigo. Pero creo que...deberíamos olvidar lo que ha pasado. Sería lo mejor- apoyé mis codos sobre mis rodillas, inclinándome ligeramente hacia la morena. Interiormente se estaba iniciando la batalla entre el impulso y la razón.
No eh dejado de pensar en aquel beso, dijo luego. Sus palabras me golpearon en el pecho como una estocada. ¿Podría ser posible que Juliet hubiera pensado en lo que ocurrió entre nosotros? Yo tampoco podía dejar de pensar en ella, ni en la forma en la que me había besado. Cerré los ojos por unos instantes, antes de volver a abrirlos, pero preferí quedarme callado. Quizás Juliet tenía razón al pensar que tendría que haberle dicho que era profesor de Summer Night –Lo siento…- dije, dejando las palabras al aire. Me acerqué a ella, hasta tenerla a un par de centímetros, para luego retirar mi mano de su rodilla. Su aroma me encantaba; era un reto mantenerme frente a ella sin acercarme a besar sus labios –Pero creo que eso no hubiera cambiado las cosas- comenté en un susurro, haciendo referencia a su comentario anterior. Después me quedé en silencio por unos segundos, esperando a que ella hable. Su pregunta me sacó una sonrisa. ¿Qué si me había gustado? Había sido lo mejor que me había pasado en mucho tiempo, pero opté por una respuesta un poco más neutral –Si, Juliet. Me ha gustado- respondí, viéndola a los ojos.
-Pero esa no es la cuestión- dije luego, casi apenado, haciendo crujir mis nudillos –Quiero decir, en ese momento no sabía que tú eras alumna de Summer Night. Eres increíble, y me encanta estar contigo. Pero creo que...deberíamos olvidar lo que ha pasado. Sería lo mejor- apoyé mis codos sobre mis rodillas, inclinándome ligeramente hacia la morena. Interiormente se estaba iniciando la batalla entre el impulso y la razón.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Su sonrisa se borro en automático al recibir aquella respuesta sin ningún toque de felicidad o deseo, simplemente un "si, Juliet. Me ha gustado" no sabía que le molesto mas, si la forma de decir su nombre o que solo se haya dedicado a responder con una simple respuesta como aquella, esperaba más. Y lo que llego a continuación solo hizo que su enojo creciera. Escucho pero volteando hacia otra parte como queriendo dar a entender que no ponía mucha atención.
Sonrió solo un poco, como si le costara hacerlo. Su mano paso por su cabello, haciendo hacia atrás mientras suspiraba con pereza, pensó unos segundos en lo que haría a continuación. Juls no era de esas chicas predecibles. Nunca estabas seguro de lo que haría o como reaccionaria. Se inclino hacia adelante poniéndose en la misma posición que el. El olor a coco se mezclaba con su perfume de vainilla y no era un olor para nada desagradable -Olvidar...- dejo las palabras en el aire como si estuviera hablando sola. Estaba a muy poco centímetros de él, podía sentir su cálida respiración -Olvidar?...- esta vez fue en tono de pregunta, se acercaba poco a poco hacia Dan, hasta que sus labios casi rosaban los de el chico, podía sentir como emanaban calidez y moría por probarlos una vez mas. El olor a vainilla-coco se intensifico. Los dedos de Juls viajaban coquetos desde la rodilla de Dan hasta poco centímetros de su entrepierna lentamente y a cada segundo. Juls se relamió el labio superior haciendo que su lengua también rosara los de él por menos de un segundo -Claro olvidar- se separo sonriente y su tono era casi infantil e inocente como si no supiera lo que hizo.
Volvió a su posición de antes, recargada sobre los brazos hacia atrás viendo a su profesor con una mirada inocente y una sonrisa en sus labios -Solo diré una cosa, antes que profesor y alumna, somos seres humanos- se encogió de hombros -El campamento no es eterno...y si lo fuera igual no dejare que duermas tranquilo- volteo de reojo hacia la cama donde estaba sentada y volvió la mirada a el -Al menos no esta noche...dejemos de fingir Daniel! me deseas...y se nota en tu mirada- sonrió ante la idea que le paso por la cabeza -Y también cuando hago esto- se volvió a acercar, esta vez un poco mas cerca que antes aun sonriendo y agarrándolo por la playera para que no se alejara -Se nota aquí- su otra mano acaricia desde el abdomen hasta el pecho, situándose en el corazón -Puedo escucharlo- su mano viajo hasta su mejilla acariciando suavemente y devolviendo le una dulce mirada.
Sonrió solo un poco, como si le costara hacerlo. Su mano paso por su cabello, haciendo hacia atrás mientras suspiraba con pereza, pensó unos segundos en lo que haría a continuación. Juls no era de esas chicas predecibles. Nunca estabas seguro de lo que haría o como reaccionaria. Se inclino hacia adelante poniéndose en la misma posición que el. El olor a coco se mezclaba con su perfume de vainilla y no era un olor para nada desagradable -Olvidar...- dejo las palabras en el aire como si estuviera hablando sola. Estaba a muy poco centímetros de él, podía sentir su cálida respiración -Olvidar?...- esta vez fue en tono de pregunta, se acercaba poco a poco hacia Dan, hasta que sus labios casi rosaban los de el chico, podía sentir como emanaban calidez y moría por probarlos una vez mas. El olor a vainilla-coco se intensifico. Los dedos de Juls viajaban coquetos desde la rodilla de Dan hasta poco centímetros de su entrepierna lentamente y a cada segundo. Juls se relamió el labio superior haciendo que su lengua también rosara los de él por menos de un segundo -Claro olvidar- se separo sonriente y su tono era casi infantil e inocente como si no supiera lo que hizo.
Volvió a su posición de antes, recargada sobre los brazos hacia atrás viendo a su profesor con una mirada inocente y una sonrisa en sus labios -Solo diré una cosa, antes que profesor y alumna, somos seres humanos- se encogió de hombros -El campamento no es eterno...y si lo fuera igual no dejare que duermas tranquilo- volteo de reojo hacia la cama donde estaba sentada y volvió la mirada a el -Al menos no esta noche...dejemos de fingir Daniel! me deseas...y se nota en tu mirada- sonrió ante la idea que le paso por la cabeza -Y también cuando hago esto- se volvió a acercar, esta vez un poco mas cerca que antes aun sonriendo y agarrándolo por la playera para que no se alejara -Se nota aquí- su otra mano acaricia desde el abdomen hasta el pecho, situándose en el corazón -Puedo escucharlo- su mano viajo hasta su mejilla acariciando suavemente y devolviendo le una dulce mirada.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
La expresión de la morena se iba oscureciendo a medida que las palabras salían de mi boca. Su rostro era como una máscara, pues jamás me permitía adivinar sus pensamientos. De pronto dejó de prestarme atención, como si no le interesaran mis palabras; sin embargo yo sabía que me seguía oyendo. Estaba resignado. Pensaba que Juliet me daría una bofetada y que se largaría de la cabaña sin tiempo a decirle nada más. Pero para mi sorpresa ella se limitó a mirarme con una media sonrisa, recuperando la diversión de sus gestos. De pronto me encontré a centímetros de sus labios, estático y sin saber que decir. ¡Felicitaciones, guapa! Al parecer tienes el don de dejarme sin palabras e idiotizado, pensé –Si, olvidar. Sería lo mejor- repetí luego de algunos segundos, sin sacar mis ojos de encima de los suyos. Tragué saliva intentando explicarme con mayor claridad, cuando sentí si mano recorriendo desde mi rodilla hasta mi entrepierna sin ningún tipo de pudor. No hagas eso, tenía ganas de decirle. Si bien me había comportado de forma más o menos decente hasta ese momento, dudaba que pudiera seguir fingiendo todo lo que la morena provocaba en mí durante mucho tiempo más. Así que me quedé en silencio, hasta que ella volvió a alejarse con una sonrisa triunfal en el rostro; me estaba ganando por goleada.
-Este no es el lugar ni el momento. Y justamente porque somos seres humanos, se supone que deberíamos de razonar como tales- la contradije, intentando sonar convencido. Me erguí en la butaca, tratando de mantener las distancias –Ya. ¿Por qué tienes que hacer esto tan complicado?- pregunté frunciendo levemente el ceño. Intenté pararme, pero las manos de Juliet se prendieron de mi playera; por inercia tomé su muñeca, aunque sin ejercer presión en ellas –Juliet…- susurré, dejando sus manos deslizarse hasta mi abdomen - Si, tienes razón. Me pareces hermosa, y desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti. Te deseo. Pero prefiero dejar las cosas como están-dije luego, sintiendo sus caricias en mi rostro. Su roce dejaba mis sentimientos al desnudo; las palabras brotaban sin poder contenerlas. Mi bipolaridad era evidente, ¿pero acaso podría ser diferente? Esperaba salir de ahí con la mayor dignidad posible.
Juliet, claro está, no me ayudaba. Su mirada me incitaba a ir por ella, pero el poco de sentido común que me quedaba me alertaba de lo peligroso de la situación. ¡Maldición! Era imposible resistirse. Sin detenerme a pensar en las consecuencias acorté los centímetros que me alejaban de Juliet y la besé con necesidad. Tomé su cintura como pude, intentando atraerla hacia mí. Mi lengua de a poco fue explorando su boca, con más atrevimiento del que hubiera imaginado. Sin embargo a medida que los segundos iban pasando el besó se volvió más suave; quizás, hasta más romántico. Luego me alejé de ella, permitiendo que mi mano acaricie su cuello –Lo siento…- fue lo único que pude decir, antes de empujar la butaca para pararme. Caminé hasta la pared, dejando que mi espalda descanse en ella –Lo siento, de verdad. No debería haberlo hecho- susurré, mirándola a los ojos–Son cerca de las once…tendrías que volver a tu habitación- dije luego, mirando las manecillas del reloj pulsera que llevaba en la muñeca. Interiormente sentía que iba estallar: la alegría de haberla besado se oponía a la culpabilidad por no haber podido frenarme.
-Este no es el lugar ni el momento. Y justamente porque somos seres humanos, se supone que deberíamos de razonar como tales- la contradije, intentando sonar convencido. Me erguí en la butaca, tratando de mantener las distancias –Ya. ¿Por qué tienes que hacer esto tan complicado?- pregunté frunciendo levemente el ceño. Intenté pararme, pero las manos de Juliet se prendieron de mi playera; por inercia tomé su muñeca, aunque sin ejercer presión en ellas –Juliet…- susurré, dejando sus manos deslizarse hasta mi abdomen - Si, tienes razón. Me pareces hermosa, y desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti. Te deseo. Pero prefiero dejar las cosas como están-dije luego, sintiendo sus caricias en mi rostro. Su roce dejaba mis sentimientos al desnudo; las palabras brotaban sin poder contenerlas. Mi bipolaridad era evidente, ¿pero acaso podría ser diferente? Esperaba salir de ahí con la mayor dignidad posible.
Juliet, claro está, no me ayudaba. Su mirada me incitaba a ir por ella, pero el poco de sentido común que me quedaba me alertaba de lo peligroso de la situación. ¡Maldición! Era imposible resistirse. Sin detenerme a pensar en las consecuencias acorté los centímetros que me alejaban de Juliet y la besé con necesidad. Tomé su cintura como pude, intentando atraerla hacia mí. Mi lengua de a poco fue explorando su boca, con más atrevimiento del que hubiera imaginado. Sin embargo a medida que los segundos iban pasando el besó se volvió más suave; quizás, hasta más romántico. Luego me alejé de ella, permitiendo que mi mano acaricie su cuello –Lo siento…- fue lo único que pude decir, antes de empujar la butaca para pararme. Caminé hasta la pared, dejando que mi espalda descanse en ella –Lo siento, de verdad. No debería haberlo hecho- susurré, mirándola a los ojos–Son cerca de las once…tendrías que volver a tu habitación- dije luego, mirando las manecillas del reloj pulsera que llevaba en la muñeca. Interiormente sentía que iba estallar: la alegría de haberla besado se oponía a la culpabilidad por no haber podido frenarme.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Una sonrisa de satisfacción se alargo a través de sus labios ante la respuesta. Sin embargo lo que vino después la dejo sin palabras. Sus labios se tocaron y se movían como si necesitara de ellos para sobrevivir, los de ella estuvieron quietos por unos segundos, los necesarios para reaccionar ante lo que él hacia, sus brazos se posaron al rededor de su cuello y empezaron a moverse acorde a su beso haciéndolo pasional y con un toque de lujuria, su lengua fue al encuentro de la de él, primero acariciándola con deseo impregnado pero al pasar los minutos el beso se hizo suave y la mano de la chica comenzó a acariciar el rostro de Dan. Su lengua acariciaba sus labios con un deje de dulzura, los segundos siguientes solo movió los labios lentamente al compás de los de él. Con los ojos cerrados y dejándose llevar por el momento. Cualquiera que pudiera verlos creería que era una pareja de enamorados y no dos locos amantes llenos de deseo por el otro. Por un momento, Juls pensó que había ganado, que el había cedido y que esta noche seria solo para los dos pero al sentir como se alejaba se quedo perpleja. Abrió lentamente los ojos viendo como se alejaba y solo se quedo ahí inmóvil.
Que fue eso?...como es que paso?...en que momento se voltearon los papeles?...muchas preguntas y pocas respuestas, el repiqueteo intenso de mi corazón no me deja pensar con claridad, debo tranquilizarme. El no puede jugar mi juego...y si lo juega serán mis reglas. Sin embargo estoy aquí inmóvil...sin saber que hacer o que decir. Que debería decirle? siento que en cualquier momento estallare...este beso fue hermoso, como ningún otro...por que?...que es esto? por que siento estas cosas tan extrañas? Deja de sentirlas estúpida Juliet! solo es un maldito juego...pero lo siento...en mi corazón...en cada nervio...lo siento...son como pequeños escalofríos por toda mi piel... escalofríos placenteros...y él? que sentirá? Deja de ser tan débil estúpida niña!
La mente de la chica estaba en plena discusión, era un desorden, es como si el hubiera hecho explotar una bomba y todo en su cabeza era un lió. A pesar del ruido de sus pensamientos, la habitación se quedo en un silencio sepulcral, solo se escuchaban pequeños grillos provenientes de las afueras. La mirada de Juls era fija hacia donde antes solía estar Dan. Volteo de reojo a verlo pero al ver que la miraba fijamente desvió la mirada hacia el punto inicial. Genial! ahora no podía verlo a los ojos.
Trago saliva y se levanto, estaba aturdida y algo desequilibrada, sus rodillas temblaban ligeramente, dio unos pasos y estaba tan ida que no se dio cuenta del taburete que tenia enfrente dándose un golpe en la pantorrilla. Hizo un gesto de dolor seguido por el gemido. Se inclino para sobarse y volvió a la realidad -Y-yo...yo...- no pudo decir más. El rechazo de su Hércules y el dolor que sentía en su pierna le formaron un nudo en la garganta. Volvió a tragar saliva para liberarse de el pero al no conseguirlo tomo aire y asintió a sus ordenes -Claro profesor Daniel- dijo en un tono muy formal y acto seguido camino lentamente hacia la puerta cojeando.
Llego a la puerta y tomo entre su mano la perilla para darle vuelta, pero en ese momento levanto la mirada y vio al sub-director pasear por afuera de las cabañas de los profesores, dando de seguro la ultima ronda. Ahogo un pequeño grito llevándose la mano a la boca e inmediatamente se giro poniéndose de espaldas a la puerta y se agacho en cuclillas para que no la pudieran ver, el dolor de su pantorrilla se intensifico haciéndola caer sentada en el suelo. No puedo...no quiero ir al aula de castigos de nuevo- era una chica dura, un hueso difícil de roer, y no caía tan fácilmente pero ese no había sido su día y aquel beso termino de enloquecerla y hacer que perdiera la cordura en unos segundos y con esto su estabilidad emocional, al parecer significo más para ella de lo que pensaba. Entre el rechazo, el golpe, y la humillación al caer...frente aquel chico que estaba claro le gustaba y mas que eso, no pudo mas, se abrazo las rodillas y metió la cabeza entre ellas respirando profundo para no caer en las lagrimas pues eso es lo ultimo que quería, que Dan la viera llorar Lo siento pero no volveré a ser castigado y menos por tu culpa!- seguía en la misma posición, escondiendo su cabeza y abrazándose a si misma esperando que lo entendiera, aunque aquel toque hostil seguía notándose a la perfección.
Por favor Dan...solo eso te pido...no te tocare dormiré en el piso...pero déjame quedar solo esta noche... su cabeza dijo lo que el orgullo no dejo decirle pero quien la escucharía allí dentro? solo su conciencia, solo esperaba que él entendiera la situación en la que se encontraba ella.
Que fue eso?...como es que paso?...en que momento se voltearon los papeles?...muchas preguntas y pocas respuestas, el repiqueteo intenso de mi corazón no me deja pensar con claridad, debo tranquilizarme. El no puede jugar mi juego...y si lo juega serán mis reglas. Sin embargo estoy aquí inmóvil...sin saber que hacer o que decir. Que debería decirle? siento que en cualquier momento estallare...este beso fue hermoso, como ningún otro...por que?...que es esto? por que siento estas cosas tan extrañas? Deja de sentirlas estúpida Juliet! solo es un maldito juego...pero lo siento...en mi corazón...en cada nervio...lo siento...son como pequeños escalofríos por toda mi piel... escalofríos placenteros...y él? que sentirá? Deja de ser tan débil estúpida niña!
La mente de la chica estaba en plena discusión, era un desorden, es como si el hubiera hecho explotar una bomba y todo en su cabeza era un lió. A pesar del ruido de sus pensamientos, la habitación se quedo en un silencio sepulcral, solo se escuchaban pequeños grillos provenientes de las afueras. La mirada de Juls era fija hacia donde antes solía estar Dan. Volteo de reojo a verlo pero al ver que la miraba fijamente desvió la mirada hacia el punto inicial. Genial! ahora no podía verlo a los ojos.
Trago saliva y se levanto, estaba aturdida y algo desequilibrada, sus rodillas temblaban ligeramente, dio unos pasos y estaba tan ida que no se dio cuenta del taburete que tenia enfrente dándose un golpe en la pantorrilla. Hizo un gesto de dolor seguido por el gemido. Se inclino para sobarse y volvió a la realidad -Y-yo...yo...- no pudo decir más. El rechazo de su Hércules y el dolor que sentía en su pierna le formaron un nudo en la garganta. Volvió a tragar saliva para liberarse de el pero al no conseguirlo tomo aire y asintió a sus ordenes -Claro profesor Daniel- dijo en un tono muy formal y acto seguido camino lentamente hacia la puerta cojeando.
Llego a la puerta y tomo entre su mano la perilla para darle vuelta, pero en ese momento levanto la mirada y vio al sub-director pasear por afuera de las cabañas de los profesores, dando de seguro la ultima ronda. Ahogo un pequeño grito llevándose la mano a la boca e inmediatamente se giro poniéndose de espaldas a la puerta y se agacho en cuclillas para que no la pudieran ver, el dolor de su pantorrilla se intensifico haciéndola caer sentada en el suelo. No puedo...no quiero ir al aula de castigos de nuevo- era una chica dura, un hueso difícil de roer, y no caía tan fácilmente pero ese no había sido su día y aquel beso termino de enloquecerla y hacer que perdiera la cordura en unos segundos y con esto su estabilidad emocional, al parecer significo más para ella de lo que pensaba. Entre el rechazo, el golpe, y la humillación al caer...frente aquel chico que estaba claro le gustaba y mas que eso, no pudo mas, se abrazo las rodillas y metió la cabeza entre ellas respirando profundo para no caer en las lagrimas pues eso es lo ultimo que quería, que Dan la viera llorar Lo siento pero no volveré a ser castigado y menos por tu culpa!- seguía en la misma posición, escondiendo su cabeza y abrazándose a si misma esperando que lo entendiera, aunque aquel toque hostil seguía notándose a la perfección.
Por favor Dan...solo eso te pido...no te tocare dormiré en el piso...pero déjame quedar solo esta noche... su cabeza dijo lo que el orgullo no dejo decirle pero quien la escucharía allí dentro? solo su conciencia, solo esperaba que él entendiera la situación en la que se encontraba ella.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
De dónde había conseguido la fuerza de voluntad para alejarme de Juliet, jamás lo sabré; lo cierto es que cuando me aparté de la morena, sentí que un pedazo de mí había quedado con ella. El aroma de su champú todavía me golpeaba la nariz. Me pasé la mano por el pelo, aún escrutando sus ojos. Pero, ¿qué pasaría si decidiera estar con ella? De pronto me encontré divagando entre pensamientos utópicos; sonreí débilmente, sabiendo que eso sería simple y llanamente una locura. Esperaba que ambos pudiésemos retirarnos con dignidad del campo de batalla. Sin embargo supe que algo no estaba bien cuando la morena apartó su mirada, como si estuviera avergonzada. La cabaña se quedó en un silencio perfecto, a penas interrumpido por las voces ahogadas que se filtraban desde afuera, hasta que escuché un golpe en seco a pasos de mí. ¿Qué demonios…? ¡Juliet! Parecía mareada, y se había golpeado contra la butaca al pararse. Fui hacia ella con intención de ayudarla, pero no tuve las agallas suficientes para tocarla -¿Estás bien? ¿Qué necesitas?- pregunté, evidentemente preocupado. Sin embargo ella se limitó a responderme con formalidad, yéndose hacia la puerta sin más –Déjame ayudarte…- susurré.
Todo lo demás ocurrió en una fracción de segundo. La morena entreabrió la puerta, y nos encontramos con la silueta del condenado de Reynolds; automáticamente la volvió a cerrar, y se dejó caer en el piso. Suspiré, sentándome al lado de ella; detrás de su máscara de rebelde, Juliet era una mujer sensible, y no era mi intención dejarla sola –No irás a la sala de castigos. No permitiré que el idiota de Reynolds te ponga un dedo encima- dije casi murmurando. Apoyé mi mano en el piso, y me quedé con la vista fija en el piso durante algunos segundos hasta que Juliet volvió a hablar; recién entonces reparé que había escondido su cabeza entre sus piernas, como una niña. Esa vez no le respondí, sino mas bien acerqué mi mano hasta su hombro para intentar tranquilizarla.
Ver a Juliet tan indefensa me destrozaba el alma; deseaba protegerla. El problema es que hasta ese momento no me había percatado de que quien le hacía daño era yo. El tiempo de pronto se había congelado; rodee a la morena con un brazo para que pudiera recostarse en mi pecho, mientras que con la otra mano le acariciaba el cabello. ¿Cómo podría auxiliarla? No tenía idea –Juliet, ¿Qué sucede? Por favor, déjame ayudarte- rogué, meciéndola como una niña –Si quieres puedes quedarte, Peter puede seguir allá afuera…- propuse. La verdad es que no quería dejarla ir, y a pesar de que sabía que no podría ocurrir nada me consolaba tenerla cerca.
Después de unos minutos miré de reojo la pierna de Juliet, esperaba que el golpe sea leve. Con suavidad saqué mi brazo de alrededor de la morena, y me incliné hacia su pantorrilla; la palpé con suavidad para que no le doliera. Si bien no era médico ni mucho menos las peleas callejeras me habían enseñado a saber manejar los golpes, no podía quejarme –Creo que no te rompiste nada; aunque quizás tendrías que ir a enfermería mañana- dije. Lo más que podría hacer es alcanzarle una bolsa de hielo. Suspiré una vez más, fijando mis ojos en los de Juliet.
Todo lo demás ocurrió en una fracción de segundo. La morena entreabrió la puerta, y nos encontramos con la silueta del condenado de Reynolds; automáticamente la volvió a cerrar, y se dejó caer en el piso. Suspiré, sentándome al lado de ella; detrás de su máscara de rebelde, Juliet era una mujer sensible, y no era mi intención dejarla sola –No irás a la sala de castigos. No permitiré que el idiota de Reynolds te ponga un dedo encima- dije casi murmurando. Apoyé mi mano en el piso, y me quedé con la vista fija en el piso durante algunos segundos hasta que Juliet volvió a hablar; recién entonces reparé que había escondido su cabeza entre sus piernas, como una niña. Esa vez no le respondí, sino mas bien acerqué mi mano hasta su hombro para intentar tranquilizarla.
Ver a Juliet tan indefensa me destrozaba el alma; deseaba protegerla. El problema es que hasta ese momento no me había percatado de que quien le hacía daño era yo. El tiempo de pronto se había congelado; rodee a la morena con un brazo para que pudiera recostarse en mi pecho, mientras que con la otra mano le acariciaba el cabello. ¿Cómo podría auxiliarla? No tenía idea –Juliet, ¿Qué sucede? Por favor, déjame ayudarte- rogué, meciéndola como una niña –Si quieres puedes quedarte, Peter puede seguir allá afuera…- propuse. La verdad es que no quería dejarla ir, y a pesar de que sabía que no podría ocurrir nada me consolaba tenerla cerca.
Después de unos minutos miré de reojo la pierna de Juliet, esperaba que el golpe sea leve. Con suavidad saqué mi brazo de alrededor de la morena, y me incliné hacia su pantorrilla; la palpé con suavidad para que no le doliera. Si bien no era médico ni mucho menos las peleas callejeras me habían enseñado a saber manejar los golpes, no podía quejarme –Creo que no te rompiste nada; aunque quizás tendrías que ir a enfermería mañana- dije. Lo más que podría hacer es alcanzarle una bolsa de hielo. Suspiré una vez más, fijando mis ojos en los de Juliet.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Todo había cambiado de un segundo a otro, los papeles se invirtieron y la escena cambio dramáticamente. Juls se dejo abrazar, era lo que necesitaba, sentir el apoyo de alguien. Estaba a punto de contestar a su pregunta cuando el mismo se respondió, y por un momento la joven sonrió pues había logrado su cometido, él la dejo quedarse. Se puso el cabello atrás de la oreja y volteo a ver a Dan para agradecerle con tan solo una mirada.
El joven empezó a palpar donde se había hecho el golpe, estaba rojizo pasando ya a un tono morado y algo hinchado, gimió un poco cuando sintió los dedos de su profesor pero se mordió el labio para ahogarlos, la piel de Juliet era delicada, desde que era una niña los golpes le habían reaccionado mal y no tenían buena finta, así que ya estaba acostumbrada, se encogió de hombros restándole importancia -Solo es un moretón, no te preocupes- era obvio que no iría a ningún lado. Si había algo que odiaba más que el campamento mismo era la enfermería.
Tomo la bolsa de hielo y la puso sobre el moretón, encogiéndose un poco ante el contacto y con cara de dolor, pero luego se tranquilizo por el efecto anestésico de lo frió. Subió la mirada percatándose de que la observaba, sostuvo su mirada unos segundos y luego sonrió burlona -Pues como ya es tarde y parece ser que Peter no se irá por un buen rato, es mejor que me quede, gracias por ofrecerte- listo había cerrado el trato y quisiera o no, ella se quedaría a dormir ahí -tienes mantas?- sabía que terminarían durmiendo juntos pero se quería hacer la difícil así que observo el sillón que se encontraba a unos metros -Para ir a descansar ya, esta pierna duele cada vez más, y no te preocupes, tomare el sillón-.
Se comenzó a levantar con ayuda de la puerta y puso sus manos en las caderas esperando que el trajera las mantas, sin embargo seguía allí parado a su lado, alzo una ceja y camino, lento y cojeando hacia el sillón, tomo asiento y dio pequeños brinquitos como percatándose de que era cómodo -Si, es mejor que tu cama, así que y las mantas?- insistió y soltó una leve risita -O podemos dormir aquí los dos si gustas, la cama que se muera no?- bajo la mirada sonriendo al ver como el retomaba su sentido del humor y le regalaba una gran sonrisa, se acomodo en el sofá y le sonrió, dando unos leves golpecitos señalando que fuera a su lado -Así estaremos más juntos, no puedes dejar a una lisiada sola- otra risa se escapo de su boca,al parecer la Juliet de siempre había regresado, esperó a que el chico decidiera, ya que parecía que enfrentaba una guerra entre el sí quiero y el no puedo.
Off: Que pequeño!! :O juro que el próximo sera igual de largo que antes xD pero esta vez mi imaginación esta en un 20% de su capacidad! D:
El joven empezó a palpar donde se había hecho el golpe, estaba rojizo pasando ya a un tono morado y algo hinchado, gimió un poco cuando sintió los dedos de su profesor pero se mordió el labio para ahogarlos, la piel de Juliet era delicada, desde que era una niña los golpes le habían reaccionado mal y no tenían buena finta, así que ya estaba acostumbrada, se encogió de hombros restándole importancia -Solo es un moretón, no te preocupes- era obvio que no iría a ningún lado. Si había algo que odiaba más que el campamento mismo era la enfermería.
Tomo la bolsa de hielo y la puso sobre el moretón, encogiéndose un poco ante el contacto y con cara de dolor, pero luego se tranquilizo por el efecto anestésico de lo frió. Subió la mirada percatándose de que la observaba, sostuvo su mirada unos segundos y luego sonrió burlona -Pues como ya es tarde y parece ser que Peter no se irá por un buen rato, es mejor que me quede, gracias por ofrecerte- listo había cerrado el trato y quisiera o no, ella se quedaría a dormir ahí -tienes mantas?- sabía que terminarían durmiendo juntos pero se quería hacer la difícil así que observo el sillón que se encontraba a unos metros -Para ir a descansar ya, esta pierna duele cada vez más, y no te preocupes, tomare el sillón-.
Se comenzó a levantar con ayuda de la puerta y puso sus manos en las caderas esperando que el trajera las mantas, sin embargo seguía allí parado a su lado, alzo una ceja y camino, lento y cojeando hacia el sillón, tomo asiento y dio pequeños brinquitos como percatándose de que era cómodo -Si, es mejor que tu cama, así que y las mantas?- insistió y soltó una leve risita -O podemos dormir aquí los dos si gustas, la cama que se muera no?- bajo la mirada sonriendo al ver como el retomaba su sentido del humor y le regalaba una gran sonrisa, se acomodo en el sofá y le sonrió, dando unos leves golpecitos señalando que fuera a su lado -Así estaremos más juntos, no puedes dejar a una lisiada sola- otra risa se escapo de su boca,al parecer la Juliet de siempre había regresado, esperó a que el chico decidiera, ya que parecía que enfrentaba una guerra entre el sí quiero y el no puedo.
Off: Que pequeño!! :O juro que el próximo sera igual de largo que antes xD pero esta vez mi imaginación esta en un 20% de su capacidad! D:
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
“Solo es un moretón, no te preocupes”, me había dicho. Al menos había vuelto a tutearme. Sonreí de lado, parándome para ir a buscar alguna bolsa de hielo del refrigerador; segundos después estaba nuevamente a su lado. Con cuidado llevé la bolsa hasta su pantorrilla, intentando no lastimarla -¿Duele?- pregunté, levantando la mirada. De un momento a otro los lugares habían cambiado: ella era una niña, y yo me estaba comportando como un tipo responsable. Cerré los ojos por un instante, intentando creer que todo estaba bajo control, pero cuando los volví a abrir me encontré con los ojos burlones de Juliet, señal inequívoca que volvía a ser la misma muchacha de siempre –Tendré que control...- empecé, intentando decirle que me encargaría de checar afuera, por si Peter se había ido. Sin embargo Juliet tenía un plan muy diferente al mío -¿Te quedarás aquí todo la noche?- inquirí luego, sin ocultar mi asombro. Con total desparpajo la chica me preguntó si tenía mantas, a modo de respuesta –Si, si, ya las busco- dije, yendo hacia el armario para sacar un par de sábanas de algodón –Pero preferiría que duermas en la cama. Yo me quedaré en el sillón- corregí, encogiéndome de hombros. Ya estaba dicho, discutir con ella sería tan poco fructífero como intentar aprender matemáticas.
Al ver que Juliet intentaba levantarse me acerqué a ella para intentar ayudarla, sin embargo en vez de ir hacia la cama, se quedó en el sofá –Ey, estás usurpando mi territorio- dije divertido, antes de que ella volviera a insistir con las mantas –Lo siento, toma- dije, lanzándolas en el aire, para que las pueda agarrar. Al menos habíamos recuperado el sentido del humor, pensé -No lo creo, por experiencia te diré que en los sofás solo cabe una persona- respondí, encogiéndome de hombros. Su actitud me gustaba; era imposible predecir lo que haría de un momento a otro –Juliet, por favor, no me hagas esto…- respondí, dubitativo, aunque acto seguido me retracté -…así que solo será porque estás lastimada- agregué, sentándome a su lado, para rodearla con un brazo.
Solamente Dios podía saber lo mucho que me costaba dominarme. Juliet me encantaba, pues no solamente era guapa, si no también era inteligente y explosiva. ¿Cuántas mujeres quedarían como ella en el mundo? Eso sin contar que compartíamos los mismos gustos. Sonreí cansino, dejando que mi dedo delinee la forma de su rostro; al bajar la mirada, me encontré nuevamente con los ojos oscuros de la morena –Disculpa por…ya sabes, besarte- dije –Quiero decir, me ha encantado, pero debí haber sido más cuidadoso contigo- completé, acariciando sus labios con mi pulgar. Recosté mi cabeza en el sofá, cerrando los ojos una vez más. La verdad es que estaba agotado, ya que la noche anterior había dormido tarde, y que esa mañana me había levantado temprano. Lo único que me consolaba en ese momento era tener a Juliet tan cerca de mí.
Al ver que Juliet intentaba levantarse me acerqué a ella para intentar ayudarla, sin embargo en vez de ir hacia la cama, se quedó en el sofá –Ey, estás usurpando mi territorio- dije divertido, antes de que ella volviera a insistir con las mantas –Lo siento, toma- dije, lanzándolas en el aire, para que las pueda agarrar. Al menos habíamos recuperado el sentido del humor, pensé -No lo creo, por experiencia te diré que en los sofás solo cabe una persona- respondí, encogiéndome de hombros. Su actitud me gustaba; era imposible predecir lo que haría de un momento a otro –Juliet, por favor, no me hagas esto…- respondí, dubitativo, aunque acto seguido me retracté -…así que solo será porque estás lastimada- agregué, sentándome a su lado, para rodearla con un brazo.
Solamente Dios podía saber lo mucho que me costaba dominarme. Juliet me encantaba, pues no solamente era guapa, si no también era inteligente y explosiva. ¿Cuántas mujeres quedarían como ella en el mundo? Eso sin contar que compartíamos los mismos gustos. Sonreí cansino, dejando que mi dedo delinee la forma de su rostro; al bajar la mirada, me encontré nuevamente con los ojos oscuros de la morena –Disculpa por…ya sabes, besarte- dije –Quiero decir, me ha encantado, pero debí haber sido más cuidadoso contigo- completé, acariciando sus labios con mi pulgar. Recosté mi cabeza en el sofá, cerrando los ojos una vez más. La verdad es que estaba agotado, ya que la noche anterior había dormido tarde, y que esa mañana me había levantado temprano. Lo único que me consolaba en ese momento era tener a Juliet tan cerca de mí.
Off: no te preocupes, todos estamos iguales e.e Por cierto, a la noche andaré por acá :3
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Todo el tiempo se formaba una sonrisa en el rostro de Juls, no podía esconder el hecho de que le encantaba estar con aquél chico y que él, queriendo o no, le correspondiera -Claro que caben dos personas- dijo rodando los ojos y con una sonrisa picara lo miro -Uno arriba del otro- soltó una risa floja y espero a que se acercara a ella.
Cuando sintió su brazo rodearla escondió una sonrisa por debajo de su cabello y suspiro levemente. Sintió sus caricias y ella solo lo miraba, esperando una mirada de regresó hasta que por fin la obtuvo le sonrío de lado ante lo que había dicho.
Vaya vaya pequeño Hércules, así que lamentas besarme pero no lo lamentas por que te gustó, si que estas confundido mi probresito Héroe
Pensó mientras abría solo ligeramente los labios al sentir su pulgar en ellos -No tienes absolutamente nada de que disculparte, y debo decir que bueno..no has estado tan mal- dijo encogiéndose de hombros, como si le diera igual su beso, aunque internamente sabía que le había fascinado -Cuidadoso? claro yo también lo seré con USTED profe- enfatizo demasiado la palabra "usted" y sonrió.
Acto seguido le acaricio con mucha delicadeza la mejilla y se subió en sus piernas sentándose encima de él con movimientos lentos y acompañado de besos en la mejilla luego mas cerca de los labios y por ultimo en la barbilla, para esto ella ya estaba medio hincada sobre él, cuidando de la pantorrilla que tenía dañada. Juntó sus frentes y cerro los ojos suspirando aquél perfume que la estaba volviendo loca -O podemos dormir los dos en la cama...si no te molesta claro- su mano esta vez acariciaba su cuello, esperando el rechazo pero insistió -Y podrás llevarme cargando como premio- bromeo, sus palabras eran apenas un susurro. -Y si no quedó claro, dije a dormir...no te haré nada...que no quieras- aclaró aun en esa posición y muy cerca de sus labios pero sin tocarlos.
Cuando sintió su brazo rodearla escondió una sonrisa por debajo de su cabello y suspiro levemente. Sintió sus caricias y ella solo lo miraba, esperando una mirada de regresó hasta que por fin la obtuvo le sonrío de lado ante lo que había dicho.
Vaya vaya pequeño Hércules, así que lamentas besarme pero no lo lamentas por que te gustó, si que estas confundido mi probresito Héroe
Pensó mientras abría solo ligeramente los labios al sentir su pulgar en ellos -No tienes absolutamente nada de que disculparte, y debo decir que bueno..no has estado tan mal- dijo encogiéndose de hombros, como si le diera igual su beso, aunque internamente sabía que le había fascinado -Cuidadoso? claro yo también lo seré con USTED profe- enfatizo demasiado la palabra "usted" y sonrió.
Acto seguido le acaricio con mucha delicadeza la mejilla y se subió en sus piernas sentándose encima de él con movimientos lentos y acompañado de besos en la mejilla luego mas cerca de los labios y por ultimo en la barbilla, para esto ella ya estaba medio hincada sobre él, cuidando de la pantorrilla que tenía dañada. Juntó sus frentes y cerro los ojos suspirando aquél perfume que la estaba volviendo loca -O podemos dormir los dos en la cama...si no te molesta claro- su mano esta vez acariciaba su cuello, esperando el rechazo pero insistió -Y podrás llevarme cargando como premio- bromeo, sus palabras eran apenas un susurro. -Y si no quedó claro, dije a dormir...no te haré nada...que no quieras- aclaró aun en esa posición y muy cerca de sus labios pero sin tocarlos.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
La risa de Juliet fue un golpe de aire fresco en medio de la calurosa noche australiana; parecía ella misma otra vez, sarcástica y arriesgada. Su comentario me sacó una sonrisa. ¿Uno arriba del otro? Si por mí fuera, la tomaría de la cintura y la besaría con todo el ardor que aún había dentro de mí; sin embargo apelé a mis dotes de actor para mirarla de forma despectiva, apenas moviendo una ceja. Mis padres deberían estar orgullosos de mí. Cuando la morena volvió a hablar, en cambio, preferí morderme la lengua para no contradecirla; esa reciente manía suya de tratarme de usted me enloquecía. ¡Joder! Si a penas tenía veinticinco, casi veintiséis. ¿Cuánto podría llevarle? A lo sumo ocho años; era evidente que Juliet había encontrado mi punto débil. Fue entonces cuando la morena se inclinó hacia mí, para luego terminar sentada sobre mis rodillas; me besó la mejilla, bajando su boca peligrosamente hacía la mía. Por inercia entreabrí los labios, esperando encontrarme con su aliento, pero Juliet prefirió quedarse a milímetros de mi boca, provocándome. ¿Por qué siempre terminaba ganándome de mano? Suspiré cansino, tomando sus manos –Te acompañaré a la cama; no quiero que esfuerces tu pantorrilla…- dije; si no podía rechazarla al menos intentaría ignorarla. Lo cierto era que si quería que Juliet haga lo que sea que tenía en mente, pero por mi bien debería mantenerme alejada de ella.
Entonces me puse de pie, tomando a la morena por la cintura –Préndete por mí, Juls- dije a medida de que avanzábamos hacia la cama. Luego de recostarla le alcanzaría la bolsa de hielo que había quedado en el suelo; a la mañana siguiente se iría de la cabaña y todo seguiría como antes. Quizás cuando termine el campamento podríamos vernos, ¿por qué no?, pero mientras tanto lo mejor sería evitar cualquier tipo de relación. Cuando llegamos a la cama la ayudé a acomodarse sobre los almohadones –Solo será por esta noche. Mañana debes irte temprano, porque o si no ambos estaríamos en problemas- dije, mirándola con seriedad. Esperaba que me escuchase, porque de lo contrario nos veríamos en un gran aprieto –Falta la bolsa- comenté más para mí, que para ella, corriendo las sábanas.
Fui a buscar la bolsa de hielo, y luego se me senté en la cama con una sonrisa –Permíteme…- dije, apoyando la compresa sobre la pierna de Juliet con cuidado.
Entonces me puse de pie, tomando a la morena por la cintura –Préndete por mí, Juls- dije a medida de que avanzábamos hacia la cama. Luego de recostarla le alcanzaría la bolsa de hielo que había quedado en el suelo; a la mañana siguiente se iría de la cabaña y todo seguiría como antes. Quizás cuando termine el campamento podríamos vernos, ¿por qué no?, pero mientras tanto lo mejor sería evitar cualquier tipo de relación. Cuando llegamos a la cama la ayudé a acomodarse sobre los almohadones –Solo será por esta noche. Mañana debes irte temprano, porque o si no ambos estaríamos en problemas- dije, mirándola con seriedad. Esperaba que me escuchase, porque de lo contrario nos veríamos en un gran aprieto –Falta la bolsa- comenté más para mí, que para ella, corriendo las sábanas.
Fui a buscar la bolsa de hielo, y luego se me senté en la cama con una sonrisa –Permíteme…- dije, apoyando la compresa sobre la pierna de Juliet con cuidado.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Le sonrió como niña pequeña por haber conseguido lo que quería después de un berrinche. Se abrazo de su cuello y rodeo su cadera con sus piernas mientras él la levantaba de la cintura. Avanzaron hasta la cama, rosando sus cuerpos con cada paso, Juliet juraba no poder resistir más esta situación justo cuando llegaron a su destino. La depositó en la cama con sumo cuidado y ella se acomodó de una manera muy cómoda, poniendo algunos cojines que le estorbaban en la espalda -Gracias-.
Lo miró incrédula y luego se encogió de hombros -Claro- contestó ante sus ordenes y rodó los ojos farfullando por lo bajo -La próxima es en mi cabaña, el bosque o cualquier lugar alejado... Hércules- su voz apenas era un susurro y él ya se había alejado por los hielos, a su regresó ella sonreía divertida por lo que dijo. Sintió lo frío del hielo en su pantorrilla y así quedo un rato, unos pocos minutos hasta que el dolor se le calmó un poco más.
Agarro por la muñeca a Dan y sin dejarlo de ver a los ojos, la retiro poco a poco -Ya esto bien, gracias- acompañó esas palabras con una sonrisa y luego miró al techo preparándose para lo que haría a continuación. Se hincó sobre la cama con rapidez y abrazó a Dan por el cuello para a continuación darle un beso, unir de nuevo sus labios, y esta vez no aceptaría su rechazo. Puso una de sus manos sobre su nuca apretándolo más hacia ella sin dejar que se escapará, sus labios se movían intentando atrapar los de él, su otra mano recorría de arriba a abajo su espalda y traviesamente se coló por debajo de su camisa. Seguía con las caricias cuando se separó solo un poco de sus labios -Basta de jueguitos de niños Dan...nadie tiene por que enterarse de.. esto- y con esa pausa, puso más que claro que no solo hablaba de esa noche, si no lo que había entre ellos.
Se separo, aún hincada sobre la cama y se quito la blusa, dejando ver una lencería en negro que resaltaba demasiado bien sus atributos, los cuales no eran muy grandes pero si de buen tamaño. Sonrió poniendo sus manos en la cintura y dejándose caer sentada hacia atrás, le sonrió coqueta y aventó la blusa hacia un lado -Ven o iré por ti... Hércules era la primera vez que lo llamaba así abiertamente y no solo en sus pensamientos -Vamos profe, se que usted lo desea- aún seguía sonriendole y pasando su mano de vez en cuando desde el cuello hasta su ombligo... acariciándose todo el torso y el abdomen con movimientos suaves y sutiles.
Lo miró incrédula y luego se encogió de hombros -Claro- contestó ante sus ordenes y rodó los ojos farfullando por lo bajo -La próxima es en mi cabaña, el bosque o cualquier lugar alejado... Hércules- su voz apenas era un susurro y él ya se había alejado por los hielos, a su regresó ella sonreía divertida por lo que dijo. Sintió lo frío del hielo en su pantorrilla y así quedo un rato, unos pocos minutos hasta que el dolor se le calmó un poco más.
Agarro por la muñeca a Dan y sin dejarlo de ver a los ojos, la retiro poco a poco -Ya esto bien, gracias- acompañó esas palabras con una sonrisa y luego miró al techo preparándose para lo que haría a continuación. Se hincó sobre la cama con rapidez y abrazó a Dan por el cuello para a continuación darle un beso, unir de nuevo sus labios, y esta vez no aceptaría su rechazo. Puso una de sus manos sobre su nuca apretándolo más hacia ella sin dejar que se escapará, sus labios se movían intentando atrapar los de él, su otra mano recorría de arriba a abajo su espalda y traviesamente se coló por debajo de su camisa. Seguía con las caricias cuando se separó solo un poco de sus labios -Basta de jueguitos de niños Dan...nadie tiene por que enterarse de.. esto- y con esa pausa, puso más que claro que no solo hablaba de esa noche, si no lo que había entre ellos.
Se separo, aún hincada sobre la cama y se quito la blusa, dejando ver una lencería en negro que resaltaba demasiado bien sus atributos, los cuales no eran muy grandes pero si de buen tamaño. Sonrió poniendo sus manos en la cintura y dejándose caer sentada hacia atrás, le sonrió coqueta y aventó la blusa hacia un lado -Ven o iré por ti... Hércules era la primera vez que lo llamaba así abiertamente y no solo en sus pensamientos -Vamos profe, se que usted lo desea- aún seguía sonriendole y pasando su mano de vez en cuando desde el cuello hasta su ombligo... acariciándose todo el torso y el abdomen con movimientos suaves y sutiles.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Dejé que la bolsa de hielo repose sobre la piel de Juliet hasta que ella me dijo que era suficiente. Entonces me encogí de hombros con una leve sonrisa, dispuesto a levantarme; era tarde, y debía acomodar el sofá para pasar la noche. Había sido un día demasiado largo, y particularmente las últimas horas me habían dejado sin aliento. Sin embargo era evidente que la morena no pensaba echarse a dormir, puesto que antes de que pudiera levantarme se acercó hacia mí para besarme. Sus labios besaron los míos por segunda vez en lo que iba de lo noche con una conjunción de deseo y dulzura, a la vez que me sujetaba de la nuca para evitar que me alejase de ella. Vaya que me lo estaba poniendo difícil. Sentí su mano colarse debajo de mi camisa sin un ápice de vergüenza, provocándome; no había nada que pudiese hacer contra ella. Me había ganado olímpicamente -¿Qué quieres?- le pregunté sobre sus labios con una media sonrisa. Su respuesta no daba lugar a interpelaciones.Después de todo, tenía razón: nadie tenía por qué enterarse, por lo que me encogí de hombros, restándole importancia al asunto. Era extraño, pero cuando estaba con Juliet todo lo demás dejaba de tener sentido.
Sin decir nada más la muchacha se desabrochó la blusa, dejando ver el sostén negro que cubría sus atributos. Estaba jugando con mis sentimientos –Eres hermosa…-susurré. Sin un ápice de timidez Juliet se quitó la camisa por completo y se tumbó en la cama con actitud de ganadora –Con qué me dices Hércules- comenté entonces, acercándome a ella. Juliet me estaba volviendo loco, y ya no quería disimularlo. Empecé besando su vientre, mientras mis manos se acomodaban en sus caderas; disfruté cada centímetro de su piel, deslizando mis labios con una lentitud apabullante, primero hasta su tórax, y luego hasta sus labios – ¿Y tú? ¿Tú lo deseas?- pregunté en un susurró, a milímetros de sus labios. Su respuesta me sacó una sonrisa.
En ese momento había dejado de ser el profesor Aldridge, para volver a ser Daniel. Me separé unos segundos de ella para sacarme la playera, y cuando volví a su lado dejé que mis manos acaricien primero su vientre, y luego sus pechos por sobre el sostén. La besé nuevamente, con necesidad y deseo, acariciando su rostro, mientras que mi mano libre se encargaba de desabrochar el sujetador. El contacto de nuestros cuerpos me excitó aún más; sentir la calidez de su piel bajo la mía era embriagador –Tienes razón; debería de dejar de comportarme como un niño- dije con una media sonrisa, mirándola a los ojos.
Sin decir nada más la muchacha se desabrochó la blusa, dejando ver el sostén negro que cubría sus atributos. Estaba jugando con mis sentimientos –Eres hermosa…-susurré. Sin un ápice de timidez Juliet se quitó la camisa por completo y se tumbó en la cama con actitud de ganadora –Con qué me dices Hércules- comenté entonces, acercándome a ella. Juliet me estaba volviendo loco, y ya no quería disimularlo. Empecé besando su vientre, mientras mis manos se acomodaban en sus caderas; disfruté cada centímetro de su piel, deslizando mis labios con una lentitud apabullante, primero hasta su tórax, y luego hasta sus labios – ¿Y tú? ¿Tú lo deseas?- pregunté en un susurró, a milímetros de sus labios. Su respuesta me sacó una sonrisa.
En ese momento había dejado de ser el profesor Aldridge, para volver a ser Daniel. Me separé unos segundos de ella para sacarme la playera, y cuando volví a su lado dejé que mis manos acaricien primero su vientre, y luego sus pechos por sobre el sostén. La besé nuevamente, con necesidad y deseo, acariciando su rostro, mientras que mi mano libre se encargaba de desabrochar el sujetador. El contacto de nuestros cuerpos me excitó aún más; sentir la calidez de su piel bajo la mía era embriagador –Tienes razón; debería de dejar de comportarme como un niño- dije con una media sonrisa, mirándola a los ojos.
Daniel F. Aldridge- Localización : Summer Night Camp, now 8)
Re: Bienvenidos a la jungla {Juliet}
Solo una frase basto para que la sonrisa de la chica se ampliara y sus mejillas tomaran un tenue color rosa sobre la superficie, "eres hermosa" susurro él y tan solo eso, salido de aquellos labios la hicieron sentir un choque dentro de ella produciendo electricidad que recorría todo su cuerpo robandole un suspiro.
Con que..le digo que?..QUE!? lo dije en voz alta?...demonios...ahora que le digo? como explico el porque le digo así?...que..que está haciendo?...ooh me gusta... cállate Juls...no digas nada y no arruines este momento tan perfecto...por fin lograste bajar su guardia...esta vulnerable...lo esta para ti...
Dio gracias a que el chico empezó a besarle desde el vientre para que no viera lo sonrojada que se puso al saber que le había dicho "Hércules" en voz alta. Sus manos empezaron a acariciar su cabello con mucha suavidad y sus ojos se cerraran para sentir sus labios sobre cada centímetro de su piel -Así es...eres mi Hércules- deseaba explicarle el porque y no verse tan tonta pero no quería arruinar el momento, solo disfruto hasta que él llego a sus labios y sonrió de lado al sentir su cálido aliento chocar contra sus labios y asintiendo un poco contesto -Más que eso Dan...- su sonrisa hizo que Juls se perdiera un poco hasta que sintió sus labios contra los de ella, las manos de él acariciaban su vientre y pasaron a sus pechos, lo cual la hizo suspirar e intensificar aquel beso lleno de deseo.
Las manos de su Hércules viajaban hasta desabrochar su sostén, y ella separándose un poco se lo quito de una lanzandolo a la misma dirección que su blusa, abrió los ojos al sentir aquel contacto, su corazón palpitaba como loco y ella sonreía ante las palabras de aquel chico, lo acerco de la nuca hacia a ella y lo volvió a besar, pero esta vez había un toque de dulzura y ternura combinados a la perfección con el deje de deseo y necesidad. Sus cuerpos se volvían a rosar y ella enredo sus piernas en la cadera de Dan pegándolo más a ella y sus manos acariciaban su espalda con delicadeza y una que otra vez sumía las yemas en ella.
El beso no cesaba intensificándose a cada segundo, ella acariciaba toda su espalda hasta llegar al borde del pantalón y bajarlo poco a poco, solo lo justo para seguir acariciando un poco más abajo de la espalda -Me gustas Dan...Te deseo- dejo de besarle solo para susurrar eso en su oído y lamer y mordisquear muy suavemente el ovulo de la oreja.
Con que..le digo que?..QUE!? lo dije en voz alta?...demonios...ahora que le digo? como explico el porque le digo así?...que..que está haciendo?...ooh me gusta... cállate Juls...no digas nada y no arruines este momento tan perfecto...por fin lograste bajar su guardia...esta vulnerable...lo esta para ti...
Dio gracias a que el chico empezó a besarle desde el vientre para que no viera lo sonrojada que se puso al saber que le había dicho "Hércules" en voz alta. Sus manos empezaron a acariciar su cabello con mucha suavidad y sus ojos se cerraran para sentir sus labios sobre cada centímetro de su piel -Así es...eres mi Hércules- deseaba explicarle el porque y no verse tan tonta pero no quería arruinar el momento, solo disfruto hasta que él llego a sus labios y sonrió de lado al sentir su cálido aliento chocar contra sus labios y asintiendo un poco contesto -Más que eso Dan...- su sonrisa hizo que Juls se perdiera un poco hasta que sintió sus labios contra los de ella, las manos de él acariciaban su vientre y pasaron a sus pechos, lo cual la hizo suspirar e intensificar aquel beso lleno de deseo.
Las manos de su Hércules viajaban hasta desabrochar su sostén, y ella separándose un poco se lo quito de una lanzandolo a la misma dirección que su blusa, abrió los ojos al sentir aquel contacto, su corazón palpitaba como loco y ella sonreía ante las palabras de aquel chico, lo acerco de la nuca hacia a ella y lo volvió a besar, pero esta vez había un toque de dulzura y ternura combinados a la perfección con el deje de deseo y necesidad. Sus cuerpos se volvían a rosar y ella enredo sus piernas en la cadera de Dan pegándolo más a ella y sus manos acariciaban su espalda con delicadeza y una que otra vez sumía las yemas en ella.
El beso no cesaba intensificándose a cada segundo, ella acariciaba toda su espalda hasta llegar al borde del pantalón y bajarlo poco a poco, solo lo justo para seguir acariciando un poco más abajo de la espalda -Me gustas Dan...Te deseo- dejo de besarle solo para susurrar eso en su oído y lamer y mordisquear muy suavemente el ovulo de la oreja.
Juliet M. O'connor- Edad : 32
Localización : Summer Night
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Mar Feb 11, 2014 5:00 pm por Yelyah Crowley
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Lun Feb 10, 2014 6:37 pm por Invitado
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Dom Feb 02, 2014 5:30 pm por Invitado
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Dom Feb 02, 2014 1:14 pm por Invitado
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Sáb Feb 01, 2014 6:45 pm por Invitado
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Sáb Feb 01, 2014 3:49 pm por Ariel M. Williams
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