¿Y ahora que? (libre)

Ya estaba en el campamento, desde que supe de el desee venir y me costo aproximadamente cinco segundos convencer a mi padre de mandarme aquí. 
No era sorprendente conseguir las cosas tan fácil, al menos no para mi ya que toda mi vida había sido así, pedir y recibir sin tener que dar nada mas a cambio que un por favor y gracias, tenía educación mi mamá se empeño en que aprendiera eso desde pequeña.

Pero antes que nada no soy la típica niña mimada, socialite desenfrenada estilo Paris Hilton, porque desde que su primer escándalo salió mi padres me amenazaron con desheredarme y mandarme a un convento en alguna isla perdida en el mundo y sinceramente consideraba eso de muy mal gusto y falta de clase por parte de ella.

No noté en que momento llegue a la entrada pero me gustaba esto, el aire libre, la naturaleza pero mas que nada un lugar donde poder mostrarme tal como soy, poder sacar a relucir mi talento y ser yo misma, a veces podría ser creída pero cantando me convertía en un ser noble, sencillo y feliz.

Tomé mis audífonos, le puse play a mi ipod y camine para entrar con Muse de fondo, amaba a esos chicos y toda su música. Empece a llevar el ritmo con la cabeza y mi cuerpo se comenzó a mover solo.

Estaba tan sumida en la música, como siempre, que no noté cuando choque con alguien.