(+18) [Kalia Rösler] Do not be afraid to take a big step ... (+18)

Había tenido toda la mañana ocupada de un lado a otro y apenas tuve algún rato libre para tomar un respiro. Se suponía que era normal al ser los días que llegaban muchos chicos nuevos al campamento y nos hacían asegurar a los monitores asegurar una total integración para que se sintiesen a gustos. Yo por el momento me encargaba de vigilar las zona de la piscina y dar alguna que otra cosa de natación o surf. Los que andaban más sulfurados eran los profesores de música. Aunque vistiésemos todos el mismo uniforme de trabajo la parte más divertida debía de ser la misma. No con ello despreciaba al resto, pero sus objetivos eran otros y el mío ese. Con los chicos me llevaba bien, tenía más o menos su edad e integrarme me resultó sencillo. Como fue el caso de Kalia, una chica que tenía una linda voz. Aunque ella no lo supiese la había oído en un par de ocasiones a escondidas en el local de ensayos. No es que fuese en plan espía, sólo que pasaba de paso y paré a escuchar. Pues bien, ahora era mi profesora de piano, yo su profesor de Skate. A ella le tocó la peor parte porque no todos tienen una gran paciencia ante mi torpeza con dicho instrumento.

Esta tarde mismo había quedado con ella para practicar pero me salieron otra obligaciones imposible de quitar de mi agenda así que cuando la vi caminando en una de las veces que iba a la zona de profesores no dude en acercarme a su espalda sigilosamente y abrazarla por detrás pillandola desprevenida. -Me vendría mejor quedar esta noche para... eso, ya sabes, ... mientras todos andan en el comedor. -le supliqué mas bien en el oído. Además a esa hora estaríamos a solas y sería mejor. El comedor tenía sus horarios así que dudaba de que alguien faltase para interrumpir nuestra clase. -Luego cenaremos ... Privilegio de ser monitor. Tengo la llave del comedor. -entonces besé su mejilla. -Nos vemos después ¿vale? Y me fui con las prisas que me habían caracterizado todo el día de hoy.

Por fin llegó la paz y aunque andaba echo polvo fui a la cita pendiente con Kalia. No me dio ni tiempo de quitarme el uniforme, pero ya andaría acostumbrada a verme de esa forma así que qué mas daba. Durante el camino encendí un cigarro mientras montaba en monopatín sorteando a los chicos que iban a cenar. Por fin la divise en la puerta de la sala de instrumentos así que tiré el cigarrillo y me acerqué con una sonrisa. Bajé de la tabla cogiéndola. -Eiih, ¿que tal fue todo hoy? -dije mientras la abrazaba como saludo. -Creo que he mejorado con el piano. -dije más bien con un tono de mentiroso perceptible. Entramos dentro del edifico donde había muchos instrumentos y un piano de cola. Dejé el monopatín apoyado contra la pared y me senté en la banqueta del piano haciendo un gesto para que ella se pusiese a mi lado. Cuando lo hizo rodeé su cintura con mi brazo. -¿Y que me vas a enseñar hoy? -dije tonteando un poco. Kalia ya debía de andar acostumbrada a mis sutiles coqueteos con ella.

No pude evitar reir por lo bajito cuando comentó que había mejorado con el Skate. -Genial, ¿ya te podré soltar cuesta abajo? -dije. Aunque primeramente me pareció una buena idea luego preferí rectificar. -Mejor no, te tendría entonces que llevar yo en brazos y me ganaría una bronca. Entonces tomé su mano llevándola dentro de la sala.

"Para Elisa" Bah, eso era pan comido. Me quedé mirando como sus dedos recorrían agilmente cada tecla del piano intentando memorizar el recorrido, pero claro, eso era misión imposible. Noté su tono de voz cuando rodee su cintura, sabía que ella se tomaba las cosas demasiado en serio, así que tomé una postura correcta volviendo mi brazo a su sitio correspondiente. -Bueno ... Más o menos. -susurré mientras miraba hacia otro lado evitando así su mirada cuando preguntó por la lección de la lectura del pentagrama. Ya me dejo bien clarito que era una cosa elemental y que debía de saberlo, así que antes de que me echase cualquier tipo de bronca le quise dejar ver que algo si que recordaba -La cosa esta es la clave de sol. -y la miré de soslayo para ver si afirmaba o no con la cabeza y asegurarme de que no había fallado. Entonces volví a señalar con el dedo. -Do - re - mi -sol - si -do -- comenté de arriba abajo las notas, aunque al final me di cuenta de que me sobraban algunas. Me quedé pensativo - Y... ¿empieza de nuevo con el Do? -acabé con una sonrisilla típica para salir del error con éxito.

Cuando comentó que lo dejaba por ella y no por mí me tranquilizo bastante la verdad. En ese caso si estaba de acuerdo. Jamás se debía de seguir una pareja si no funcionaba el amor entre ellos y por lo que podía notar, no lo hacía en su caso. -Pues si es por tí .... Que le den a Marcus.-dije sonriendo habiéndome pasado ya el shock que me había causado aquella noticia. Quizás con otra chica me hubiese alejado, pero con Kalia no quería que fuese de ese modo.

Mordí mi labio satisfecho de verla dispuesta a ello. -Te lo prometo.- aseguré. Además tampoco me convenía a mí que se supiese que un profesor y una alumna habían llegado a esos límites. Me caería una bronca del copón justo antes de echarme a la calle. Notaba sus pequeñas mordidas en mi cuello provocando aumentar mi respiración. -Venga, larguemos de una maldita vez.-propuse con ganas de poder hacerlo con ella sin que nadie nos descubriese.

Off: Si quieres aquí mismo.

Tomamos nuestras cosas cada cual y nos largamos con paso ligero a las habitaciones. Cerró la puerta y tras su pregunte sólo de su cintura acercándola a mí y dándole un beso. Mi lengua se escabulló a su interior dando pequeñas caricias a la de Kalia. El ambiente estaba ya bastante caldeado. Ella bien sabía lo mucho que provocaba en mí. Cada mirada, cada gesto la hacían ver bella. Dí unos pasos quitándome las zapatillas por el camino hasta llegar a la cama, donde la hice tumbarse estando yo encima. Me separé tomando aire. -Me vuelves locos Kal. - sonreí y me quité la camiseta dejándola en el suelo.

Entonces volví a besar su cuello, dando pequeños besos pero con la delicadeza de no dejarle marca alguna. Eso valdría para dejar al descubierto todo lo que estaba ocurriendo hoy. Quizás luego me sintiese mal por Marcus pero ahora mismo no me importaba lo más mínimo. Mis manos recorrieron su cuerpo por encima de la tela del vestido.

Ahora mismo veía a Kalia como la perfección en persona. Besaba bastante bien, se notaba algo de experiencia en ella. Por fin estaba llevando a cabo lo que había deseado desde hace algún tiempo y quizás lo notase en mis muestras de cariño. La ayudé a quitarse el vestido y cuando lo conseguí junte nuestros cuerpos semidesnudos para que hicieran contacto. De nuevo junte nuestros labios pero fui descendiendo hasta su cuello.

Noté como comenzó a desabrocharme los pantalones y yo finalice dicha tarea quitándomelos y arrojándolos al suelo, quedando únicamente en bóxer. Andaba ya bastante excitado y se notaba en el bulto de mi ropa interior. Kalia era la mujer deseada por varios chicos y ahora, viéndola así como estaba, comprendía el porqué. Coloqué mis manos sobre su espalda buscando el cierre del sujetador y cuando dí con él lo desabroche.

Cuando definitivamente me deshice del sujetador dejándolo tirado en el suelo, ella bajo mis bóxer. Me lo quité rápidamente sin separar mis labios de los suyos hasta que no pude evitarlo para coger aire cuando noté su mano en mi miembro. Moría de placer y me resistía a soltar los leves gemidos que finalmente lograron escapar. Tomé los labios de nuevo mientras mis manos recorrían su cintura hasta encontrarse en un punto. Una de ellas se coló bajo su prenda para acariciar su zona, la cual comenzaba a humedecerse, mientras Kalia seguía masturbándome.
Como era de esperar en este punto, su última prenda acabó acompañando a las demás en el suelo de la habitación. Mi boca ahora prefirió centrarse en sus pechos, besándolos, lamiéndolos y dándoles pequeños mordiscos.